Álvaro Palomo4 min lecturaGuido Rodríguez ha tocado fondo en el West Ham y la posibilidad de que salga en el mercado de enero se ha disparado después de lo ocurrido en el último partido del West Ham, que refleja que su situación en Londres se ha convertido en insostenible.
Y es que todo se torció para el argentino desde que salió por la puerta de atrás de Heliópolis al rechazar las ofertas que le pusieron sobre la mesa para renovar cegado por una llamada de un Barcelona que finalmente lo dejó plantado. Se habló de su vuelta, pero las conversaciones no llegaron a nada, aceptando finalmente la suculenta oferta, como prima de fichaje incluida, del West Ham, que, al contrario que el Betis, ni siquiera disputa competición europea.
Tres meses y medio después de firmar con los Hammers, Guido se encuentra en una tesitura desconocida para él, pues siempre ha sido pieza clave en sus equipos, y su protagonismo en el cuadro inglés ha descendido en los últimos encuentros. Así, ante el Nottingham Forest fue sustituido en el descanso, y contra el Everton lo retiraron en el 67', preludio de lo que sucedería en la cita de ayer de la Premier contra el Newcastle, en la que se confirmaron los peores augurios para el exbético.
No en vano, Julen Lopetegui lo dejó en el banquillo por primera vez en este curso y tan solo lo empleó en los últimos seis minutos de un encuentro en el que el West Ham se impuso por 0-2 y regresó a la senda del triunfo tras dos partidos sin ganar ni marcar ni un solo tanto. El extécnico sevillista apostó por Carlos Soler de inicio y formó el doble pivote con Lucas Paquetá y Soucek, dejando claro que Guido puede ser prescindible en sus planes. La reacción del equipo sin Guido apunta a que su suplencia podría prolongarse en los próximos partidos e incrementar sus opciones de marcharse de forma prematura.
De hecho, como ya recogió ESTADIO, un alto directivo de los Hammers no descartó recientemente esta vía, aunque avisó de que no piensa perder dinero después de pagar una prima de fichaje, y que solo saldría por una compensación económica.
Obviamente, esta situación de Guido, criticado por la afición londinense, ha propiciado que se le vincule nuevamente con el Betis, pues cuadra en las necesidades heliopolitanas en la medular por el aluvión de ausencias y sería factible, si bien las relaciones entre el Betis y su agencia de representación se vieron deterioradas por lo ocurrido en verano y es complicado que en Heliópolis se decantaran ya por su vuelta y más siendo la prioridad un medio de perfil creativo. Aun así, hace poco era impensable que ni siquiera pudiera existir esta posibilidad.