El Real Betis derrotó este domingo al Girona FC en Montilivi por 1-2 tras remontar el gol inicial de Miguel Gutiérrez con un doblete de Borja Iglesias en la segunda mitad, para asegurar la sexta posición y la clasificación para la Europa League por tercer curso seguido.Pellegrini hizo seis cambios con respecto al once ante el Getafe. Entraron Edgar, Miranda, Carvalho, Rodri y el propio Borja, que marcó su 14º y su 15º gol en LaLiga en los minutos 47 y 77, asistido por Sergio Canales y por Miranda respectivamente, y le dio el triunfo al Betis. Pellegrini dio entrada en la segunda mitad a Juanmi, aún con 1-1, y ya con el viento a favor entraron a falta de 10 minutos un ovacionado Joaquín y Guardado, agotando cambios al filo de la bocina con Willian José y Aitor Ruibal.
Así jugaron, uno a uno, los futbolistas del Betis en el triunfo ante el Girona:
Inédito hasta el gol, donde pudo hacer poco ante el remate cruzado a bocajarro de Miguel Gutiérrez. Brilló en la segunda parte por su seguridad para atrapar centros y, sobre todo, por un paradón a Taty Castellanos justo después del 1-2. En el alargue se mostró también providencial para echarse a los pies de Tsygankov. Ha terminado la temporada a un altísimo nivel, ha completado los 20 partidos y ahora toca anunciar su renovación.
De más a menos. Comenzó brillando a la hora de abrir campo y mantuvo potentes duelos de velocidad con el rapidísimo Valery. Muy seguro en todo el partido, en la segunda mitad echó un poco más el ancla para ayudar a frenar previsibles contras, mientras el equipo volcaba algo más el juego a la izquierda en los ataques posicionales.
El catalán volvía al once para suplir al sancionado Pezzella. Completó una solvente actuación, aseado con la pelota y muy atento a las ayudas. Como acciones más vistosas, dejó una sorprendente carrera por dentro para recibir un pase filtrado de Rodri y toparse con la parada salvadora de Gazzaniga y, poco después, tiró la cobertura a Miranda y se lanzó a ras de suelo para frenar un avance muy peligroso de Tsygankov.
La baja de Pezzella hizo que se situase esta vez en el perfil diestro de una defensa que apenas pasó por apuros hasta el 1-0, que pilla descolocado al Betis, en general, y en tierra de nadie al italo-brasileño, en concreto, pues ni salió a parar a Miguel ni llegó para blocar su disparo en el área por su perfil. Al margen de eso, con la seguridad que acostumbra, especialmente para repeler centros al área y bloquear disparos.
Volvía al once tras perderse el partido ante el Getafe por su expulsión en el derbi y el Taty le quiso sacar otra exagerando una entrada en la que el de Olivares llega tarde pero toca claramente el balón. Muy incisivo desde el inicio, tratando de ganar línea de fondo y asistir, culminó un buen regreso al once con una asistencia perfecta para el doblete del Panda, en el definitivo 1-2.
Le toca ser el 'poli malo' de la película y para el espectador despistado su trabajo puede quedar resumido en muchas faltas tácticas. Las hizo, pero sin ver amarilla hasta el 86', lo que demuestra que siempre estaba cerca de la jugada. Sobresaliente en la lectura táctica y el posicionamiento, es un lujo contar con un pivote que pasa la escoba y que, además, se siente cómodo tocando el balón bajo presión.
Otro de los que volvían al once del Betis en Montilivi. Desde el inicio se hizo con el control absoluto del partido, eligiendo cuándo correr, trotar o incluso andar, protegiendo el balón con el cuerpo, jugando y haciendo jugar... Su sola presencia liberó y mejoró la versión de Canales, aunque es justo admitir que pasó un bache tras el 1-0, acumulando varias imprecisiones, y que en la segunda mitad el partido se rompía más y ahí brillaba menos.
Partidazo de los que hacía tiempo que no se le veían. Con la misma intención y con idéntico trabajo al de absolutamente todos sus partidos, pero esta vez con una lucidez determinante. Fue el primero en poner a prueba a Gazzaniga, se movió por todo el ancho de la segunda línea de manera indetectable, asistió en el 1-1 a Borja y le puso otro caramelito que el Panda cabeceó al larguero. Aún sirvió otro pase en bandeja para el triplete del '9', pero David López lo desvió hacia su portería y el meta local sacó una pierna salvadora.
Muy buen partido del extremeño, que la próxima temporada ya no podrá jugar con ficha del filial y se ha ganado a pulso su subida de estatus. Dinámico y móvil, toca y se mueve por todo el campo generando siempre ventajas para su equipo e imprimiendo fluidez al juego. Asistió a Edgar, que se topó con el portero, y se atrevió con un par de disparos que no encontraron portería.
Venía siendo de lo mejorcito del Betis, pero en Girona no tuvo su día. Tardó en encontrar su sitio y erró una oportunidad muy clara en un mano a mano ante Gazzaniga tras un error en la cesión atrás de Valery. A partir de ahí sólo aparecía de manera intermitente, gesticulaba en exceso y torcía el gesto sabiendo que las cosas no le estaban saliendo hoy.
Le costó entrar en juego, pero siempre que entró lo hizo con peligro. Desde un centro-chut que originó un córner en el que casi marca Canales hasta un remate de escorpión que se fue alto. Empezó la segunda mitad rematando dos magníficos servicios del cántabro: uno a placer, para hacer el 1-1, y otro de cabeza que se estrelló en el larguero. Llevaba sólo un gol en 10 jornadas, pero celebró un doblete para ponerse con 15. Enl segundo, también en boca de gol, empujó un servicio de Miranda.
Si el objetivo en Girona era el de no desconectarse por el pase virtual a la Europa League y rematar la faena jugando bien y ganando, la nota tiene que ser sobresaliente. El chileno hizo seis cambios con respecto al once del pasado miércoles y todos ellos tuvieron una gran incidencia en el juego. Esta vez no aportaron tanto los cambios, pero es que el partido tampoco lo requería. Otra vez sexto. Historia viva del Betis.
El malagueño fue el primer cambio, entrando por un apagado Ayoze, y tenía la oportunidad de resarcirse de las ocasiones falladas ante el Getafe, pero entró con un ritmo muy bajo.
Recibió una ovación al entrar a su partido 621 y se 'chupó' la última con una conducción por dentro que finalizó con un disparo flojo y centrado desde la media luna.
Diez minutitos para ayudar a Guido a contener y poner su experiencia al servicio del equipo.