Manuel Pellegrini no es amigo de romper sus contratos. No existen precedentes de 'espantás' del chileno, a quien tampoco han despedido antes del final de una temporada en 36 años de carrera como entrenador, exceptuando su adiós al West Ham United. Con el Real Madrid firmó dos campañas, pero sólo estuvo una. A título particular, cumplió siempre sus compromisos, por lo que, si decide marcharse este verano del Real Betis, con dos ejercicios más firmados, estaría siendo pionero en eso de venderse al mejor postor, una práctica tremendamente habitual en el mundo del fútbol y comprensible en realidad. El último ejemplo en verdiblanco lo protagonizó en enero Ramón Planes, que ni siquiera apuró su primer curso como director deportivo de los tres pactados en Heliópolis. Pudieron más los petrodólares del Al-Ittihad, amenaza ahora para el 'Ingeniero', que ya confesó que no hace ascos a esa exótica aventura.
Mientras se filtra que sería casi tan costoso echarle ahora como llevárselo vía cláusula de rescisión (unos 6 kilos), el caso es que el chileno ha hecho oídos sordos desde que llegó, que se sepa, a media docena de propuestas muy jugosas. De la Premier League (se habló del Everton), de la Superliga China (donde ya dirigió al Hebei Fortune) y de la Saudí Pro League, pero hubo otras que no trascendieron. Según ha podido conocer ESTADIO Deportivo, los acercamientos para que dirigiera a la selección de su país no fueron formales ni serios, si bien le ponían mucho dinero encima de la mesa en la MLS y en Qatar (donde más, en realidad). A favor del Pellegrini, que nunca fue por la espalda e informó en todo momento a Haro y Catalán, que optaron por contraofertar y blindar tanto a él como a su cuerpo técnico, que ha tenido un par de subidas de salario como mínimo.
El problema ahora, en realidad, no son las cuatro derrotas consecutivas, su peor racha al frente del Betis, sino sus posibles consecuencias. Quedarse fuera de Europa sería letal para los intereses de todos. Y ni siquiera presupuestariamente hablando, que también, pues se podrían cuadrar las cuentas con ingresos extraordinarios como grandes ventas. El caso es que, sin el aliciente de sellar el pasaporte, muchos futbolistas considerarían menos atractivo quedarse. Es el gran temor en Los Bermejales y en el Benito Villamarín, como se debatió este lunes en la 43ª entrega del programa 'La Prórroga de ED', donde se aportaron algunas claves sobre la mesa de los que tienen voz y voto en La Palmera: se busca otra revolución para lograr una evolución. Y es que, aunque los dirigentes habrían agradecido que sus reflexiones no fueran públicas, coinciden con Pellegrini en que no se sostiene un equipo que sólo pueda competir en LaLiga y se vea obligado a sacrificar Copa del Rey y UEL.
Con Manu Fajardo al frente de las operaciones, aunque con todo un nuevo organigrama para potenciar la comisión deportiva, la hoja de ruta pasa por recoger el guante del entrenador y superar la cuarentena de movimientos (entre entradas y salidas) que ha habido este curso, diez de ellos invernales. Se renovarán todas las líneas, se escucharán ofertas por todos (sin excepción) y se priorizará la reducción salarial o, mejor dicho, la eficiencia salarial (prescindir de las fichas más altas, especialmente si no marcan diferencias). Obviamente, meterse por cuarta vez seguida en competición continental ayudaría a retener el talento que más interesa, incluso gastando un poco más en esa encomienda (Isco, Ayoze, Guido). Un portero, al menos un central (gusta mucho Krejci, que cubriría las espaldas en el puesto de pivote si no sigue el de Sáenz Peña), 2-3 laterales (dos zurdos), un delantero centro joven pero ya consagrado, dos extremos... Se abogará por una plantilla menos estirada pero capaz de rotar sin que se note.