El presidente, Ángel Haro, y el director deportivo del Betis, Manu Fajardo, han dejado claro en la presentación de Ricardo Rodríguez que los dos objetivos del club en esta recta final del mercado son la contratación de un central, para lo cual están cerca de cerrar la llegada de Vitao, y un delantero, refuerzos que ya se buscaban antes de concretarse las salidas indeseadas de Pezzella y Ayoze. A partir de ahí, sólo las ventas de Fekir o William Carvalho, por los que no hay ofertas concretas, podrían propiciar la llegada de otro centrocampista, con Lo Celso como guinda soñada, mientras que en el lateral derecho, la opción de 'cambiar' a Sabaly por Maffeo pierde fuerza, sin que se aclare tampoco la situación de la portería.
Como ya desveló ESTADIO Deportivo el pasado mes de mayo, la entidad de La palmera tiene cerrado desde hace meses un acuerdo con Álvaro Valles, que le ha dejado claro a la UD Las Palmas, con la que tiene un año más de contrato, que no desea ir a ningún otro sitio que no sea el equipo en el que se formó. Pero para que ello se produzca, en Heliópolis deben concretar también la venta de Rui Silva, sin que existan propuestas concretas por el meta portugués, en la agenda de un Oporto que no acaba de dar el paso.
Mientras tanto, el conjunto canario ya ha visto esfumarse la posibilidad de un traspaso al Olympique de Marsella, que puso sobre la mesa 8 millones de euros más 2,5 en variables. Dicha oferta colmaba por completo las pretensiones de la entidad insular, pero el cancerbero de la Rinconada se desmarcó exigiendo un elevado salario al que los franceses no estaban dispuestos a llegar. Una sutil manera de rechazar la propuesta gala para seguir manteniendo el pulso con el presidente del equipo amarillo, Miguel Ángel Ramírez, que le ha amenazado en más de una ocasión con mandarlo una campaña entera a la grada si no acepta una salida que satisfaga sus intereses económicos.
También se ha apuntado el interés del Villarreal tras la salida de Jorgensen, desvelándose así mismo un ofertón de un club de Arabia Saudí, que ponía sobre la mesa del rinconero un contrato de tres temporadas con un sueldo de 3,3 millones de euros por cada una de ellas, muy superior al que le puede ofrecer el Betis. Pero Valles ha rechazado también esta proposición, demostrando que en realidad no se trata de una cuestión de dinero, como hizo creer al Marsella, al que exigía una ficha similar.
El problema, para el que fuese canterano verdiblanco, es que el presidente de la entidad insular, Miguel Ángel Ramírez, sigue apretando, señalando al Betis como el culpable de una situación que puede llevar al guardameta a llevarse un año entero sin jugar. Así lo ha dejado patente de nuevo el mandatario este lunes, con unas contundentes declaraciones.
"Álvaro Valles es un futbolista de la UD Las Palmas, le queda un año de contrato. Él sabe cual es las situación, todos sabemos cual es la situación. El chico entrena con normalidad y está a expensas de que el equipo con el que él tiene un compromiso esté a la altura de la circunstancia y no le haga pasar un año en blanco. Si no fuese así, no voy a repetirlo otra vez, ya todo el mundo sabe cuál sería el destino de Álvaro Valles. Sería un aficionado más en la grada esta temporada", sentencio Ramírez, dejando de este modo la pelota en el tejado del club verdiblanco, que llegó a ofrecer 5 millones de euros.