Betis
Valencia
Pellegrini sacaba más o menos el once esperado, muy parecido al que jugó en Granada salvo los cambios obligados y, otros, esperados. La duda estaba en si repetiría Assane como titular, como así ocurrió, y quien jugaría en punta. Y ahí, el entrenador chileno parece tener claro que Borja Iglesias no está en su mejor momento y volvió a apostar por el tinerfeño como referente.
En el descanso, 'protegió' a Bartra para Europa y dio entrada a Chadi Riad. Luego, con 2-0, daría al fin descanso a Isco, lo que permitió debutar en casa a William Carvalho en la presente temporada. Y dio minutos a Borja y Ez Abde. El primero marcó un gol que le anularon por un fuera de juego milimétrico y el segundo, hizo el tanto de la noche, por toda la escuadra.
Sólo tuvo que intervenir una vez e hizo un paradón.
Gran partido el suyo. Conectó con Assane para romper una y otra vez al Valencia por la derecha.
A su solvencia habitual atrás añadió pases en largo a las bandas que sorprendieron a la defensa rival.
Solventó sin problemas el poco trabajo que le dieron en la primera mitad. Fue sustituido en el descanso.
Aunque con menos protagonismo que Bellerín, también le ganó en alguna ocasión la espalda a la defensa valencianista.
En su línea, fue coreado por el Villamarín, que una vez más le pidió que se quedara.
Buen partido en su papel habitual, al que esta vez acompañó con un gol que casi sentenciaba el partido.
Está tocado con una varita mágica y tiene el gol en la sangre. Fue una pesadilla para Cenk y, a la primera que tuvo, fue para dentro.
Cuando toca la pelota el Betis lo nota. El malagueño tardó en aparecer, pero a partir de que empezó a tomar protagonismo al cuarto de hora, su equipo fue otro. Tocaba, rompía, abría a las bandas y sus centros siempre traían peligro. Se quedó a un paso de marcar. Mamardashvili lo desvió al palo.
Le hicieron un penalti al cuarto de hora que no vio el árbitro. Le anularon un gol por fuera de juego... pero, aparte de eso, fue una pesadilla para la defensa che, a la que atacó por todos lados.
Jugó el rol más desagradable, de '9' con dos colosos y tratando de rematar los muchos balones en el área que le pusieron sus compañeros. Tuvo pocas opciones ahí y sólo desequilibró cuando cayó a banda y encontró huecos.
No tuvo demasiado trabajo, pero en las dos o tres ocasiones que tuvo que participar, lo hizo como si fuera un veterano.
Regreso a casa, donde no había jugado esta temporada. Dejó dos o tres detalles de su clase que levantaron al Villamarín.
Le anularon un gol por un milimétrico fuera de juego. Con espacios, tuvo entretenida a la defensa de un Valencia que trataba de volcarse y no podía pararlo.
Anotó un golazo y falló otro. El marroquí se estrenó como realizador en casa con un disparo que clavó en la escuadra.
Entró por Guido para jugar los últimos minutos y apenas intervino.