Cuatro encuentros de pretemporada en el Real Betis, con dos empates y dos derrotas por la mínima, con guiones muy parecidos en los que cuesta generar peligro y cualquier mínimo despiste origina una avería en la retaguardia. Sufre con equipos ordenados que le esperan, amenazantes con ponerse a correr si le pillan abierto, que no dejan espacios y que cuidan sus carriles del desborde de los hombres exteriores de Pellegrini. Con eso le dio al rocoso Brentford FC para imponerse ante su gente por 1-0 este sábado.
Y eso que el chileno salió con un once muy parecido al equipo de gala que hay en la mente del aficionado. A excepción de Canales (de baja por paternidad) y/o Juanmi, pero con Pezzella y Luiz Felipe en el eje de la zaga; con Sabaly -a la espera de Bellerín- y Álex Moreno en los laterales; con Guido y Carvalho en la zona ancha por detrás de una segunda línea con Luiz Henrique y Rober (la novedad); con Fekir liberado y Borja Iglesias en punta.
Destacó una presión muy alta del Betis sin posesión, para intentar contener la potencia con la que los ingleses rompen a la más mínima oportunidad para correr en vertical. Ya el PSV le hizo sufrir mucho de este modo y el equipo verdiblanco parecía haber aprendido la lección, aumentando la intensidad y el esfuerzo sin balón. Con la pelota, sin embargo, no logró dar continuidad a ese dominio basado en la posesión que busca y a los ingleses les bastó con no romperse. El ritmo al inicio del choque fue frenético, todo lo contrario que en la segunda mitad, con los constantes parones por cambios en ambos equipos.
De todos los que salieron en la segunda mitad brilló la insistencia de Aitor Ruibal, junto con Rober y Pezzella los mejores del Betis en Brentford. Así jugaron, uno a uno, los futbolistas verdiblancos en el cuarto encuentro de pretemporada, en la despedida de la gira inglesa antes de volver a Sevilla y afrontar el último 'stage' en Marbella
Tablas en su doble duelo con Mbeumo. Primero le hizo un paradón y en la segunda el delantero local hizo el 1-0 de potente disparo. En ambas acciones, falló la defensa. Seguro en los balones aéreos y con el pie. Dejó su sitio al descanso a Rui Silva.
Suplido al descanso después de una irregular primera parte que comenzó muy bien, incluso estuvo a punto de marcar el 0-1 -lo evitó Raya con un paradón- y destacaba fajándose en el cuerpo a cuerpo. Acabó colgando varios balones seguidos, pero entre medias se diluyó y le señala el error en el 1-0, compartido con Luiz Henrique pero en el que su mayor experiencia debió imponerse.
Jefazo. No para de vocear, ordenar y pedir comunicación entre sus compañeros. Eficaz lanzándose al suelo, evitando dos goles a puerta vacía, uno en cada parte, y varios acercamientos prometedores. Sólo el argentino, su compañero de zaga y Fekir completaron los 90 minutos.
Sensaciones más frías después de su excelente debut ante el Marsella. Lo bueno es que es fuerte y fiable en los duelos y exhibe seguridad para jugar con muchos metros a su espalda. Lo malo es que a veces peca de exceso de confianza. Impreciso con el balón, una mala entrega casi cuesta el primero en el 9'. Baptiste le sentó en el área ya en el 90'.
Muy rápido de piernas, no lograba internarse con la frecuencia que acostumbra, pero al menos exhibía potencia para el retorno y controlaba su costado. Lo intentó en la reanudación con un zapatazo desviado.
Incrustado entre los centrales en muchas fases para intentar recuperar el equilibrio que el Betis perdía en ocasiones, dejó excelentes desplazamientos en largo.
Sin 'sobar' tanta bola como le gusta a él, se fue diluyendo. Se entiende muy bien con Guido para escalonarse en la salida y suele hallar vías pese a estar tapado, pero le faltó continuidad y también egoísmo en esa última acción de la primera mitad.
Oscura actuación para el extremo brasileño, que sufre cuando el rival se cierra bien y no concede espacios para mostrar su desborde y su eléctrica zancada. Muy apagado. Blando en su indecisión con Sabaly en el origen del 0-1, tuvo el 1-1 al filo del descanso pero no dirigió bien el disparo. Suplido en la reanudación.
Sin aparecer en los metros decisivos en todo el partido, estuvo en las tres ocasiones más claras de su equipo con permiso de la de Sabaly. Tras el desvió de Raya a córner, estuvo a punto de marcar un 'gol olímpico'. Luego lo intentó dos veces más desde lejos, con un libre directo y un flojo disparo que fueron atajados por el meta local.
De lo mejor del Betis. Muy participativo, activo y sacrificado por el equipo. Recibió la dureza del rival como castigo a su buena destreza para recibir entre líneas. Entendió muy bien los movimientos de Fekir y dejó muestras de su calidad jugando al primer toque.
Tardó 55' minutos en crear peligro. No cogió portería su remate, pero no es casualidad que coincidiese con la salida de un 'centrador nato' como Joaquín. Hasta entonces, mero 'hombre boya', recepcionando con seguridad y protegiendo bien la pelota, pero siempre fuera del área.
El mejor de la segunda parte, desde que salió no paró de armar potentes arrancadas de la que salió un buen servicio que no pudo aprovechar Borja y un centro-chut que
A diferencia de otros amistosos, esta vez salió en su clásica posición de extremo derecho. Dejó dos buenos centros para Borja al poco de salir, pero luego priorizó la elaboración, se internó y bajó su capacidad de sorprender.
No recibió ni una, pero no paró de intentar moverse entre líneas, rompiendo en todas las direcciones posibles y tratando de generar nerviosismo entre los centrales del Brentford. Es el típico que, si no se sale con la suya, al menos se asegura de 'dar por saco'.
Atrapó un misil lejano con una buena colocación y sacó una gran parada al lanzamiento de Ghoddos a cuatro del final. Perdió el mano a mano con Mbeumo en una desesperada salida, pero Pezzella le salvó.
Se limitó a mantener al equipo junto en minutos en los que el reloj se paraba una y otra vez y el ritmo de juego era muy largo. Rompió líneas en conducción después de muchos minutos y cedió para el disparo de Fekir.
Penúltimo cambio de Pellegrini, al Betis le costaba tener el balón y en su intento por recuperarlo pronto y disponer de una última oportunidad de empatar, se rompió en los minutos finales. El marfileño tuvo que desdoblarse en las ayudas y las primeras le pillaron algo frío.
Tan voluntarioso y tan desaparecido en el área como Borja Iglesias. El Betis apenas pasó de tres cuartos de campo en los minutos que el hispano brasileño estuvo sobre el césped.