Enorme el partido del Betis. Sin contar con lo que ocurrió desde el punto de penalti, los pupilos de Manuel Pellegrini firmaron una reacción sobresaliente, pues el inicio, con monólogo del Barcelona, no invitaba precisamente al optimismo. Levantaron por dos veces los verdiblancos un marcador en contra, primero para forzar la prórroga y, en la misma, para amarrar la tanda fatídica y demostrar que el caché que se inventaron Rubiales y Piqué era y es totalmente injusto. Porque la igualdad primó en este torneo en el exilio, que se cobró (lo único bueno de que no haya un segundo partido el domingo) lesiones importantísimas para el futuro inmediato de un cuadro heliopolitano que tiene todavía muchas batallas que librar por delante en una temporada para su consolidación en la cúspide.
BRAVO: 5
Apurado por la presión alta del Barça, que complicó sus pases en largo al no arriesgar casi nunca en elaboraciones desde la 'cueva', recibió un fuerte golpe en un salto de Araujo que le restó confianza. Pedri y Lewandowski le remataron las tres veces a bocajarro. Buena mano a Ansu Fati ya en el alargue, aunque su zurdazo en la prórroga le sorprendió desde muy lejos
AITOR RUIBAL: 5
Sufrió constantemente en la marca a Dembélé, que le superaba casi siempre. Cuando se animaba a subir, generaba incertidumbre a Jordi Alba, pero destacó poco en este sentido. Eso sí, acumuló kilómetros y no se vino nunca abajo
PEZZELLA: 6
Sin contemplaciones en el despeje, tuvo una gran ocasión de cabeza en el primer tiempo que abortó Ter Stegen. Salvó ante Ansu Fati sobre la línea, aunque el tanto habría sido anulado. Poderoso por alto.
LUIZ FELIPE: 6
No tan brillante como en duelos anteriores por la entidad del rival, se despistó dejando a Pedri atacar su espalda en el primer tanto anulado. Apagó bastantes fuegos, si bien no tuvo fortuna con el rebote en el 0-1. Fue mejorando con el paso de los minutos.
MIRANDA: 7
Bastante mejor contra Raphinha que Ruibal con Dembélé, generó también mayor peligro cuando se alió con Rodri sobre la posición de Sergi Roberto, sirviendo varios centros peligrosos desde la línea de fondo. Salvando las distancias, porque las comparaciones son odiosas, aprobó con nota el primer examen post Álex Moreno.
GUIDO RODRÍGUEZ: 5
Pasó prácticamente desapercibido en el primer tiempo, persiguiendo sombras como sus compañeros, especialmente porque el juego pasaba de un área a otra sin solución de continuidad. Se marchó tocado, tras una leve mejoría cuando el Barça se replegó y esperó.
CANALES: 5
Sustituido al descanso, previsiblemente por molestias físicas, no funcionó como complemento creativo de Guido, ya que Xavi juntó a Pedri y Xavi con De Jong, por lo que le costó tener y conservar el balón. Sin poder administrarlo y servirlo, el santanderino es inocuo.
LUIZ HENRIQUE: 9
Una carrera inoportuna, porque era imposible que cazara ese pase en profundidad de Canales, le dejó una sobrecarga que condicionó su rendimiento posterior un buen rato. Mientras tuvo fuelle, ayudó varias veces a Ruibal con Dembélé y, sobre todo, hizo estragos por el perfil derecho, con un centro-chut que no remachó por poco el 'Panda', y apareciendo en el área, con un zurdazo a quemarropa que desvió como pudo Ter Stegen. En la segunda parte, redobló esfuerzos, pese a terminar acalambrado, asistiendo en los dos tantos verdiblancos por su fe.
FEKIR: 9
Muy vigilado, apareció al principio con cuentagotas, pero se notó siempre que decidía arrancar y romper líneas en conducción, porque mejoraba todas las jugadas. Tuvo una gran ocasión en el primer cuarto, tras aprovechar una mala cesión de Koundé y regatear a Ter Stegen, pero Araujo impidió su remate a puerta vacía. En la segunda mitad, se echó el equipo a la espalda y dibujó acciones del súper clase que es. Gran gol para forzar la prórroga, que no llegó a disputar por unas inoportunas molestias.
RODRI: 7
Intentó echar un cable de vez en cuando a Miranda y realizó un gran trabajo ofensivo. Mejor en las transiciones que aguantando el balón, se asoció bien entre líneas y probó fortuna desde lejos.
BORJA IGLESIAS: 5
Se fajó con los centrales y bajó los balones que pudo en un encuentro difícil para un solo delantero, a veces una isla. No llegó por muy poco a un gran pase de Luiz Henrique en el primer tiempo.
WILLIAM CARVALHO: 6
Salió tras el intermedio para tratar de serenar el juego y, sobre todo, ejercer de enlace con Borja y, luego, Willian. Se empleó a fondo igualmente en la resta, con buenas recuperaciones. Recuperó la medular para el Betis, pero se le bajaron las persianas arriba.
WILLIAN JOSÉ: 5
No tuvo grandes ocasiones y terminó haciendo de mediapunta por la lesión de Fekir. Aunque no es su fuerte, demostró compromiso y sirvió algunos pases interiores muy meritorios.
JUANMI: 5
Le falta todavía el ritmo que le hacía imprevisible. Salió muy al final, cuando ya era más importante contener en busca de los penaltis que buscar el tercero, aunque se ofreció varias veces para el desmarque sin que sus compañeros lo vieran.
SABALY: 6
Le costó arrancar, aunque se agrandó en el perfil derecho, sabiendo sufrir en defensa e incorporándose asiduamente al ataque, ofreciendo soluciones por fuera a sus compañeros.
GUARDADO: 4
Oxígeno en una fase determinante y oficio tanto para parar ataques del Barça como para lanzar a los suyos, aunque le faltó temple para medir con una amarilla y dejó a su equipo con diez a dos minutos del final del tiempo reglamentario de la prórroga.
LOREN: 8
No cuenta prácticamente para Pellegrini y, de hecho, está en la plantilla por cabezonería. Aun así, recogió el guante del 'Ingeniero' en la prórroga, cuando la lesión de Fekir invitaba a replegar velas y no a tocar a rebato, anotando de gran taconazo el 2-2 cuando el Betis acaba de sufrir un golpe al mentón de Ansu Fati. El marbellí se descolgó bien a las bandas y se ofreció bien entre líneas.
MANUEL PELLEGRINI: 7
Apostó, contra pronóstico, por un once de 'jugones', sin culpa de que su defensa más fiable en estos momentos sufriera con las acometidas catalanas. No consiguió que su equipo tuviese el control, aunque quizás tampoco lo pretendía, pero sí que castigara de fuera hacia adentro con centros y penetraciones. Nunca renunció al triunfo, con cambios ofensivos hasta cuando se le fueron cayendo sus estrellas. Explotó las virtudes de sus jugadores y trató de que éstas minimizaran sus flaquezas.