El Real Betis se enfrentó este sábado al Inter de Milán, en un duelo amistoso que acabó con empate a uno tras los tantos de Juanmi Jiménez, en su reencuentro con el gol, y de Darmian, justo después del tanto local. En el fue decisivo Joaquín Sánchez, que volvió con ganas después de casi dos meses y aceleró un partido que se jugaba a un ritmo bajo y primando la solidez defensiva sobre el vértigo ofensivo.
Pellegrini volvió a afrontar un encuentro con muchas bajas, ya que Canales, Paul, Juan Cruz y Camarasa se ausentaron por motivos físicos, mientras que Guido y Pezzella siguen en Qatar, con Carvalho y Sabaly de vacaciones posmundialistas. La nota positiva fueron los regresos de Guardado, como titular, y de Aitor Ruibal, tras superar el proceso febril que le obligó a perderse la cita contra el United. Siguieron sumando minutos Juanmi y Luiz Felipe, que celebraron sus regresos el sábado pasado, Loren y los canteranos, con especial mención para Dani Pérez.
Así jugaron, uno a uno, los futbolistas del Betis en el amistoso ante el Inter:
Muy poco trabajo en la primera mitad, se mostró seguro al estirarse abajo para atrapar un misil lejano de Çalhonoglu a pesar de que estaba muy tapado. Paradón al poco de iniciarse la segunda, con una gran mano abajo al duro disparo de Gosens.
Demostró que está recuperado de su proceso febril con su titularidad. De nuevo como lateral derecho, demostró su intensidad con una falta a los 10 segundos. El Inter volcaba su juego a la izquierda y tuvo mucho trabajo con el potente Gosens, por lo que apenas pudo sumarse al ataque.
Le faltará un puntito de ritmo competitivo después de mes y medio parado, pero lo disimula como nadie. Siempre bien colocado, expeditivo y muy intenso por alto y por bajo.
Solventes 45 minutos antes de dejar su sitio al joven Félix Garreta. Especialmente acertado a la hora de despejar los centros colgados al área por el Inter, se interpuso con determinación ante Dzeko en una acción en la que el bosnio intentaba engatillar a la media vuelta.
Encargado de dar profundidad al equipo, rompió una larga fase de circulación lenta buscando espacios en la ordanada zaga amarilla con dos zapatazos lejanos que Handanovic despejó. Providencial al cruce ante Dzejo nada más empezar la segunda mitad.
El mexicano volvía a jugar con el Betis tras su quinto Mundial y le tocó hacer de pivote. Echó el ancla y jugó casi incrustado entre los centrales, asumiendo responsabilidad en el primer pase pero con especial atención a las ayudas.
Pellegrini le ve cada día más preparado y el joven corresponde con personalidad y un carácter de veterano. Arrancó una ovación a la grada tras recuperar en la frontal del área, aguantar varias tarrascadas y encontrar una salida limpia para iniciar el juego. No le quema la pelota, lee bien el juego y tiene una muy buena toma de decisiones. Muy prometedor.
Se le sigue reclamando que muestre mucho más lo que ya tenía, descaro para desbordar -es necesario en defensas cerradas como la del Inter-, pero a cambio exhibe un gran aprendizaje en lo que le faltaba al llegar a Europa, disciplina táctica y esfuerzo sin balón. Ayudó muchísimo en defensa, presionando arriba y siguiendo siempre al carrilero rival.
Todos los balones pasaban por sus botas. Pese a jugar casi caminando en muchos momentos, deleita con un simple control porque lo hace siempre de manera preciosista. Generó peligro botando el balón parado e intentó buscar ese pase definitivo que tanto se resistía.
Muy activo en el tramo inicial, abandonando su teórica posición de extremo zurdo para jugar siempre por dentro y asociarse.
Encargado de buscar fisuras en la línea de tres centrales del Inter, moviéndose de un lado a otro y buscando desmarques de ruptura. Agradeció la salida de Juanmi, que le generaba más espacios que Luiz Henrique.
Sigue recuperando la solidez defensiva y en la segunda parte, con los cambios, mejoró las prestaciones ofensivas de un Betis que dominó la posesión de principio a fin y apenas sufrió.
Darmian se cuela entre su espalda y Miranda sin que ninguno de los dos le viese llegar, pero al margen de ese leve borrón sigue mostrando buenas maneras. Se maneja bien lejos de la portería y no la rifa si le toca salir jugando.
Multiusos, salió por Guardado y se quedó de pivote hasta que Marchena entró por Luiz Felipe, que pasó al centro de la zaga. Muy seguro.
Es hiperactivo. Salió persiguiendo todos los balones y poniendo los desmarques que habían faltado en la primera mitad. Sólo necesitó una ocasión para marcar -golazo de cabeza tras un potente salto- su primera diana desde mediados de agosto (al Elche, en la jornada 1 de LaLiga).
Acababa de entrar por Álex Moreno, pero buscó el gol en un lanzamiento de falta desde la frontal provocada por Joaquín. El disparo superó la barrera, pero fue repelido por Handanovic.
Más minutos en casa para el canterano, que asumió una labor posicional en el tramo final.
Otro de los que se van asentando y convence por lo fácil que encuentra decisiones cuando está rodeado.
Jugaba sus primeros minutos tras lesionarse el 27 de octubre en Bulgaria, en un partido europeo contra el Ludogorets. Está con ganas y lo demostró con su primera acción, con regate pegado a la cal y centro peligroso que despejó la defensa. En la segunda forzó una falta en la frontal y a la tercera fue la vencida con asistencia a Juanmi, en un centro medido desde su hábitat de toda la vida. El mejor del partido.
Salió con más brío que otras ocasiones, generando segundas opciones y pivotando bien de espaldas. En una de esas asociaciones, sorprendió encontrando a Joaquín abierto a la derecha y del centro de éste nació el 1-0.
Entró los últimos 12 minutos por Aitor Ruibal y se fue al ataque en un par de ocasiones, llegando a forzar un córner y dando sensación de profundidad.
Apenas le dio tiempo a entrar en juego tras suplir a Fekir en el 78'.