Las "lágrimas de impotencia" de un Juan Cruz que este jueves recibirá una noticia crucial

El extremo hispano-argentino se recupera de una lesión en los isquiotibiales del último partido de la gira por Suramérica y trabaja a diario para volver cuanto antes, porque "se presenta un 2023 muy bonito" para el Betis

Las "lágrimas de impotencia" de un Juan Cruz que este jueves recibirá una noticia crucial
El extremo nació el año que Joaquín daba el salto al primer equipo heliopolitano. - RBB
Óscar MurilloÓscar Murillo 6 min lectura

Es, a todos los efectos ya, miembro de pleno derecho de la primera plantilla, aunque sus nuevos asesores de Promoesport Andalucía apuntaban a cuenta de su reciente renovación hasta 2025 que estará a lo que decida el míster, Manuel Pellegrini. No se le caerían, por tanto, los anillos por volver al filial, en el que sigue siendo (empatado con Marcos Fernández) su máximo goleador, con cuatro dianas en los cuatro primeros encuentros en Segunda RFEF. Pero, por fortuna para Juan Cruz (22), el chileno es un enamorado de sus virtudes y, con Juanmi lesionado y su nula atención al DNI de los jugadores, decidió no sólo llamarlo, sino contar asiduamente con él. En la última jornada antes del parón por el Mundial, incluso, se estrenó como titular. Como realizador ya lo hizo en Anoeta, un gol que ha visto mil veces repetido: "No podría decir el número... Fue increíble; mi estreno en Primera... y con el Betis".

El hispano-argentino, que tuvo la desgracia de lesionarse en el último partido de la infausta gira por Suramérica, donde fue de lo poco salvable en verdiblanco, se marchó en Viña del Mar llorando. "Con el trato de los fisioterapeutas del primer equipo y al haber podido ver a la familia, estoy mucho mejor. Tengo que tener la pierna vendada todo el día, incluso para dormir y entrenarme, porque ayuda a que drene mejor la sangre. Las vacaciones me dan igual, porque sólo pienso en recuperarme. Me entreno por la mañana, salgo a la hora de comer y, en casa, me trato con máquinas", apunta el atacante durante su entrevista en Betis TV, donde reconoció que le sonaba la dolencia enseguida: "Cuando impacto con el balón, ya sé que me he lesionado. Las lágrimas de ese día no son de dolor, sino de la impotencia por tener que perderme varios partidos, ahora que estaba en el primer equipo. El año pasado ya tuve un problema en el isquio y sé lo mal que se pasa. Pero estoy en buenas manos y espero acortar los plazos. Este jueves saldremos de dudas con las pruebas de control. Ya sólo pienso en recuperarme lo antes posible. Desde el primer día que aterricé estoy trabajando".

Repaso a un desembarco prometedor

Juan Cruz debutó de inicio en la derrota por 3-0 en Mestalla, que todavía repasa en su mente: "Ojalá hubiese entrado el que me paró Mamardashvili. Lo estuve pensando esa noche, que tenía que haberle dado más fuerte". Con todo, vive el día a día con naturalidad, aunque su carrera ha experimentado una mejoría quizás inesperada: "Todos los futbolistas saben que, en poco tiempo, te puede cambiar la vida. Gracias a Dios, creo que lo llevo bastante bien". En parte, por el cariño que recibe de todos: "Cuando sales fuera, te das cuenta de que la afición del Betis te acompaña a cualquier parte. Pero en Suramérica no me esperaba tanta gente, conocer tantas historias. Es impresionante. Por mi parte, agradezco que me sigan y reconozcan en mi país de nacimiento". Y lo dice un jugador de los de antes, de los de siempre, un encarador como lo fue Joaquín: "Me crié jugando en la calle, incluso sin pelota (con cubos, con cualquier cosa), y el juego que me gusta es el del regate, el gambeteo".

De todas maneras, ya se siente más integrado: "Cuando estaba a punto de saltar al césped del Benito Villamarín, con el capitán al lado... impresiona. De las ganas que tenía, no sentí ni nervios. Llevaba ya dos convocatorias y estaba deseando jugar ya. Hablé con mis familiares y ellos me transmitieron la tranquilidad para que hiciese lo que sé hacer". Ahora, le toca esperar, y lo hace viendo el Mundial, "siguiendo prácticamente todos los partidos", aunque "con muchísimas ganas de que vuelva pronto" la competición de clubes: "Sabemos que el año 2023 es bonito. Queremos estar todos a disposición del míster. Al final, se juega como se entrena. Si lo haces bien, se ve reflejado en el campo. Me tratan con mucho cariño. Ésa es una de las cosas por las que pienso que me están saliendo bien las cosas. Manuel (Pellegrini) es también una persona extraordinaria; todos confiamos mucho en él. Y los compañeros, igual. La mayoría son jugadores extraordinarios. A Sergio Canales es imposible quitarle la pelota, Borja iglesias mete todas las que tiene... Están encima de mí, mandándome mensajes de ánimo para que me recupere pronto". De todas manera, no se olvida del Betis Deportivo, al que sigue y con el que se fue de comida de convivencia esta semana: "Hablo con todos; estoy muy contento por ellos".