Después de tres derrotas consecutivas, dos en LaLiga y una en la Conference League, el Real Betis afronta como una reválida el encuentro de esta tarde ante el Sant Andreu, a partir de las 19:00 horas, correspondiente a la segunda eliminatoria de la Copa del Rey. Como no puede ser de otro modo, la ilusión es máxima en el conjunto catalán, que vivirá una auténtica fiesta en el Estadio Narcís Sala, con las entradas ya agotadas desde hace días. Por ello, Manuel Pellegrini ya avisó en la previa de que no se puede caer en la relajación. El ejemplo del Espanyol, que cayó este pasado martes ante el Barbastro, debe servir de ejemplo.
"No podemos confiarnos, hay que colocar un equipo que pueda sacar el partido adelante. Veremos qué jugadores elegimos. Los que entren deben ir convencidos de dar el cien por cien para poder sacar ese partido”, aseguró el técnico chileno, que ha encontrado cumplida respuesta en las palabras de su homólogo cuatribarrado, Xavi Molist, quien ha lanzando un aviso a los verdiblancos.
Aún consciente de la dificultad, el entrenador del cuadro barcelonés no descarta dar la campanada. "Seguramente se notará la categoría, pero el equipo disfrutará del juego y del ambiente y competirá. El verde dirá si son tan superiores o no. Será complicado seguro. Es un equipo de Primera división, la diferencia de nivel debe ser muy grande. Pero en el Narcís Sala puede pasar de todo. Iremos al 100% y a intentar ganar", señaló en rueda de prensa, haciendo de ese modo referencia al excepcional ambiente que se espera en el coqueto estadio de San Andrés del Palomar, con capacidad para unos 6.000 espectadores.
En la misma línea se ha expresado el presidente del Sant Andreu, Manuel Camino. "Van a venir a un pequeño infierno y van a tener que sudar. Para nosotros es un inmenso honor tener a un equipo como el Betis aquí en casa, es una fiesta. La rivalidad sólo durará 90 minutos", señaló, recordando que, más allá de la igualada eliminatoria que ambos libraron en esta misma competición en la 73/74, resuelta en una tanda de penaltis, el conjunto heliopolitano no cumplió con su palabra de jugar un amistoso en ese mismo escenario en 2009, lo que utilizarán como una motivación extra.
"Hace años, en nuestro centenario, el Betis tenía que venir aquí a jugar un partido con nosotros. Al final no se logró y nos quedó un mal sabor de boca. Nos habían dicho que sí y luego se vieron en la necesidad de cancelar. Lo asumimos perfectamente, ellos tenían unos compromisos y no pudieron asistir. No pasa nada, eso es agua pasada y, aunque no vemos este partido como una revancha, lo que sí está claro es que no se lo vamos a poner fácil. Para nosotros, llegar hasta aquí ya es un premio", sentenció.
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