En octubre ya superó los 796 minutos que le brindó Manuel Pellegrini el curso pasado, el de su debut con la camiseta del Real Betis. A principios de enero, a este ritmo, Sergi Altimira los triplicará, siendo ya, con 1.755, el segundo jugador de la plantilla más utilizado en la 24/25, sólo por detrás de Diego Llorente. La marcha no repuesta de Guido Rodríguez y las lesiones de Marc Roca y William Carvalho, esta última de extrema gravedad, han forzado la continuidad del catalán, el único mediocentro que no ha tenido problemas físicos hasta la fecha (hasta Johnny Cardoso hubo de ausentarse tres semanas). Acompañado a ratos por los filiales Mateo Flores y Carlos Guirao, el ex del Sabadell lleva dieciséis partidos oficiales consecutivos sin descansar. En una línea de regularidad y fiabilidad muy marcada, ha llegado el ansiado afianzamiento del '16'.
En la planta noble del Benito Villamarín son conscientes de ello y van a premiar no ya la actitud, sino el paso al frente deportivo de un jugador de 23 años que no hace ni dos estaba jugando en Primera RFEF. Recomendación expresa del anterior director deportivo, Ramón Planes, que lo siguió para llevarlo al FC Barcelona, lo firmó para el Getafe CF y se lo llevó a La Palmera sin debutar siquiera como azulón, conocedor de su baratísima cláusula de rescisión de dos millones de euros mientras no se estrenara con la primera plantilla madrileña. Ahora, con contrato hasta el 30 de junio de 2028 y una cláusula de rescisión suficiente para espantar a cualquier pretendiente (40 millones de euros), el Real Betis entiende justo mejorar sus emolumentos, los más bajos del grupo profesional que adiestra el 'Ingeniero', adaptando su salario a su actual estatus en verdiblanco.
En las próximas semanas, seguramente ya cuando se abroche la ventana invernal de transferencias para no comprometer alguna inversión en novedades, está previsto el anuncio de la prolongación de Sergi Altimira, acaso por una o dos campañas más, con una subida leve de su libertad unillateral, ya que el principal objetivo no es encarecerla, sino que el de Cardedeu se sienta no sólo contento por los minutos de que disfruta, sino también por la compensación económica que recibe. Es cierto, de todas formas, que la continuidad que ha tenido ha despertado los seguimientos de varios ojeadores, que trabajan para clubes a nivel nacional e internacional. Sin ofertas en firme, tanto los asesores del centrocampista (Wakai Sports) como los dirigentes heliopolitanos conocen la intención de, al menos, dos equipos, uno español y uno extranjero, de negociar su incorporación a corto-medio plazo. Ahora, lo tendrá más complicado.