Lleva ya 6-7 años en la elite, pero la fama le ha venido, muy a su pesar, por su 'affaire' con el madridista Vinícius. Los marcajes duros y férreos al brasileño y algún que otro rifirrafe con él también de Pablo Maffeo le hicieron, como capitán del Real Mallorca, involucrarse más que el resto. Incluso, Ancelotti entró al trapo, pero Antonio Raíllo (31) no se cortó al contestar al entrenador italiano que "pondría a los niños como ejemplo a Modric o Benzema", pero no al atacante. Polémicas aparte, el cordobés participaba esta semana en el vídeopodcast 'La hora Gayá' del ex tertuliano de Radio Marca y pronosticador deportivo Juan Gayá Salom, que se sorprendía con algunas de las respuestas del zaguero, quien señala al realista Sorloth como el artillero al que más le ha costado marcar últimamente por su corpulencia, calidad y movilidad, por delante de otros con mucho más renombre.
Durante la conversación, al califal le mencionaron a Nabil Fekir, saliéndose nuevamente ahí del guion para confesar que, por razones familiares, es "del Real Betis desde chiquitillo", tiene otra predilección dentro de la plantilla que adiestra Manuel Pellegrini: "Fekir es muy bueno, pero, sinceramente, el que me parece un jugadorazo es Canales. Además, con el tiempo me gusta más y más. Fekir es cierto que es un muy buen jugador, pero hay partidos en los que a lo mejor se desconecta un poco más, mientras que Sergio es muy constante en este aspecto. Nabil es un fuera de serie, porque tiene un talento individual increíble, pero Canales es muy currante, un jugador muy de equipo, de los que me gustan a mí. Y, aun así, también tiene una gran calidad individual. Me gusta mucho".
Aunque quizás para el gran público extrañe, el beticismo de Raíllo es algo ya conocido. Nacido en la capital de la vecina provincia de Córdoba, no es raro que, sin ser o no oriundos de Sevilla, existan familias como la suya que profesan los colores verdiblancos. El central pudo cumplir, en parte, su sueño y el de sus progenitores al vestir esa camiseta durante una temporada, en concreto la 2011/2012, cuando el filial, el Betis Deportivo, entonces aún Betis B, militaba en la ya extinta Segunda B. Formado en los escalafones inferiores del Pozoblanco, destacaba en edad todavía juvenil con la escuadra matriz, por lo que los técnicos heliopolitanos se fijaron en él. De ahí pasó a los segundos equipos de Córdoba y Espanyol, asentándose con Sergio González y luego con Galca en la elite como 'perico'. Una cesión a la Ponferradina y, desde entonces, en el Mallorca, donde es capitán y referente tras siete años.