Estadio Deportivo4 min lecturaEl extremo hispano-argentino del Real Betis Juan Cruz Díaz empieza a ver la luz al final del túnel de la lesión muscular que, con altibajos, lo ha tenido en el dique seco desde que la sufrió el pasado mes de noviembre en Viña del Mar ante el Colo-Colo chileno en la gira americana que el conjunto verdiblanco realizó por Argentina y Chile durante el parón liguero con motivo del Mundial de Qatar. La lesión le pilló en el momento que todo niño sueña, teniendo minutos y siendo importante en el primer equipo. Ahora, ya recuperado de su lesión, debe volver a empezar desde el filial hasta recuperar el ritmo competitivo que tenía cuando se vio obligado a parar.
Juan Cruz disputó este pasado domingo los últimos quince minutos del partido de Segunda RFEF que el Betis Deportivo ganó al CD Utrera por 1-4, dando así un paso más en un proceso de recuperación de una lesión en el isquiotibial izquierdo que ha frenado la proyección de un jugador que era el máximo goleador del filial cuando Manuel Pellegrini le hizo debutar el pasado octubre ante la UD Almería con el primer equipo bético, con el que ha jugado cinco partidos oficiales y ha marcado un gol, en Anoeta contra la Real Sociedad.
Tras su lesión en tierras chilenas, Juan Cruz empezó su rehabilitación y recayó a comienzos del pasado febrero, cuando también empezó a disponer de minutos con el filial bético. Le sobrevino la recaída en su lesión muscular en un entrenamiento con el Betis y tuvo que empezar un tratamiento conservador para volver a los terrenos de juego lo antes posible.
Este tratamiento tuvo un primer hito a mediados del pasado mes marzo, cuando el punta empezó a tocar balón y a ejercitarse habitualmente con el primer equipo verdiblanco para sumar cargas de trabajo e ir cogiendo la forma con el Betis Deportivo hasta que Pellegrini pueda disponer de él con plenas garantías.
Juan Cruz Díaz Expósito nació en Quilmes el 25 de abril de 2000 y llegó de niño a Málaga, donde empezó a despuntar en el Rincón de la Victoria antes de recalar en La Rosaleda, donde en sus diez años en la Academia malaguista coincidió con Aitor Martínez, actual entrenador del Betis Deportivo y artífice de su llegada hace dos temporadas a Heliópolis junto al también exmalaguista Manel Ruano.
Tras un primer año irregular en el Betis Deportivo, fue en su segundo donde explotaron las virtudes de este extremo que, de la mano de Aitor Martínez, se convirtió en el máximo goleador del filial, que milita en Segunda RFEF, y en habitual en los entrenamientos del primer equipo.