El capitán del Real Betis, Joaquín Sánchez, anunció este pasado miércoles su retirada a través de un emocionante vídeo publicado en las redes sociales del club verdiblanco, el club de su vida. El mítico '17' cuelga las botas a los 41 años de edad y después de 23 temporadas en activo en el fútbol de elite en los que ha batido una lista interminable de récords y donde quedan muy pocas espinitas clavadas. A algunos se les vendrá a la cabeza, porque el portuense lo ha contado en varias ocasiones, lo mucho que le afectó que Luis Aragonés le dejase fuera de la Eurocopa de 2008 que España ganó en Austria y Suiza, pero incluso por encima de aquella decisión que le privó de ser campeón continental, la mayor injusticia que ha vivido en su carrera es que casi nadie recuerde su mejor partido con la 'Roja'.
Hay que retroceder en el tiempo hasta el verano de 2002, en ese Mundial de Corea y Japón al que la selección española acudió convencidísima de que era su año y en el que se volvió a chocar contra el muro de los cuartos de final. De ese día en el que fue eliminada por Corea del Sur a las puertas de las semifinales hay dos recuerdos muy nítidos, las barrabasadas del árbitro egipcio Gamal Al-Ghandour y el penalti fallado por Joaquín, un error que tapó el que a buen seguro fue el mejor partido de los 51 que el portuense disputó con la 'Roja' y que le ha perseguido toda su carrera.
Dos goles anulados de manera incomprensible a Fernado Morientes y Rubén Baraja, el primero con centro de Joaquín que el árbitro dijo que había salido aunque las imágenes demostraban que aún falta casi medio metro para la línea. Fueras de juego totalmente inexistentes y faltas que sólo eran apreciables a ojos del polémico Al-Ghandour y sus asistentes, el trinitense Michael Ragoonath y el ugandés Ali Tomusange, fueron minando la moral española antes de la fatídica tanda que terminó con 5-4 para Corea del Sur.
Ese penalti fallado acompaña desde entonces a Joaquín, que fue el único de los diez lanzadores que no acertó y que, de este modo, pasó a la historia nacional junto con el balón que se coló entre las piernas de Arconada en un falta lanzada por Platini en la final de la Euro 1984, el fallo de Julio Cardeñosa ante Brasil en el Mundial de Argentina 1978 o la ocasión perdonada por Julio Salinas ante Italia en el de Estados Unidos 1994.
Pocos, muy pocos, son los que recuerdan el partidazo sublime que realizó Joaquín Sánchez, que en ese 2002 pasaba por su momento de consolidación como verdiblanco, dos años después de su debut con el primer equipo del Real Betis y antes de que su intensa relación con Manuel Ruiz Lopera acabase con un traspaso al Valencia CF (2006-2011), para luego emprender etapas en el Málaga CF (2011-2013) y en la ACF Fiorentina (2013-2016) previas a su vuelta a casa.
Para los aficionados más jóvenes que no vivieron aquel recordado partido, para los que optaron por no madrugar ese día (el encuentro se jugó a las 08:00 de la mañana en España) o para los desmemoriados, la cuenta de Twitter @FootballVintag4 recordó el verano pasado con motivo del 20 aniversario de aquel encuentro un vídeo con los mejores momentos de Joaquín en aquel Corea-España. Rápido, desequilibrante, vertical, con llegada, con un guante en su bota derecha... Una auténtica exhibición a la que Al-Ghandour y aquel penalti que le salió demasiado centrado han restado brillo durante estas últimas dos décadas a una carrera exitosa de un jugador especial, como quedó demostrado con la lluvia de mensajes y reacciones a la noticia de su retirada.