Sara Portillo Maya7 min lecturaJoaquín Sánchez deja el fútbol, aunque el fútbol no lo va a dejar a él. De hecho, desde que se ha conocido la noticia no han dejado de sucederse reacciones. Tras más de dos décadas haciendo disfrutar a cualquier aficionado de su calidad dentro del terreno de juego ha colgado las botas y es momento de hacer un repaso por toda su carrera. De la del verde (y no solo me refiero al terreno de juego) y de la que no está en el verde. Su vida ha estado cargada de anécdotas que si bien, por la forma en la que él las cuenta, pueden sonar muy divertidas, seguro que en su momento le hicieron vivir un auténtico pavor. Su carisma, su chispa y esa gracia que le caracteriza lo han convertido en un ilustre personaje que además sabe gustar y comunicar. En España, y probablemente fuera del país, es una persona muy querida. Y de entre todas las historias algunas de las más divertidas han tenido como protagonista a quien fuera presidente del Real Betis Balompié: Don Manuel Ruiz de Lopera.
Benjamín, el Betis, Denílson, Juande Ramos, Joaquín y Lopera. Esos nombres bastan para recordar uno de los momentos que más lágrimas de risa han hecho expulsar a la gente al escucharlo. Corría el año 2001 y se acercaba el Puente de Todos los Santos. En el chalet de Benjamín Zarandona se organizó una fiesta que se fue alargando de lo lindo, total, todavía quedaban 48 horas para la visita del Zaragoza al por entonces estadio Manuel Ruiz de Lopera. Estaban todos festejando y, de repente, algo sucedió: “El momento clave fue ver a Benjamín corriendo escaleras para arriba que se le iba la vida. Pensé, ¿se está cagando?”, a palabras del propio Joaquín. “Y cuando empieza a decir que Lopera está ahí…”, ahí ya se armó la de Dios.
Lopera había llamado de madrugada al entrenador, Juande Ramos, para que acudiera con él al evento. Y allí que se presentaron para echarles tremenda bronca. Todos los jugadores trataron de huir como pollos sin cabeza para que no descubrieran su implicación en el delito. En la mesa, en la cortina, la puerta… cualquier elemento era bueno. Pero sin duda, el mayor momento fue el ya conocido de Denílson que estuvo apunto de tirarse por la ventana.
Otro de los grandes momentos que ha compartido Joaquín y que gran parte de la culpa de que esta anécdota exista la tiene Don Manuel fue aquella vez que se fue para fichar por el Albacete. Corría el año 2006 y el futbolista estaba en un gran momento futbolístico y sintió que había cumplido un ciclo con el Betis. Al presidente eso no le sentó demasiado bien. Por aquel entonces se le presentó una gran oferta: el Valencia CF. Pero Lopera metió en la puja por hacerse con el futbolista otro club: el Albacete. “Qué más da, visten de blanco igual”, le dijo el por entonces presidente del club verdiblanco a un joven Joaquín que cayó de lleno en la broma.
“Yo ya estaba prácticamente fichado por el Valencia cuando en una de las negociaciones con Don Manuel, me dice que al Valencia no me iba sino que lo haría al Albacete porque total, vestía de blanco igual, así que qué más daba irme a un lado u otro”, explica Joaquín en Yotube.
A Joaquín le pusieron por delante un contrato en el que aparecía que Manuel Ruíz de Lopera podía obligarle a ir al club que él quisiera: “Tenía una cláusula en mi contrato por la cual me podría obligar a ir a un club u otro”. Y Don Manuel le dijo que él quería que fichara por el Albacete. “Me dio 24 horas para presentarme en Albacete”, recuerda. Si se negaba, debía hacer frente a una ostentosa multa. Total, que Joaquín tuvo que hacerse el recorrido de Sevilla a Albacete pasando por todos los pueblos. Allí se sorprendían de verlo. Cuando llegó al Carlos Belmonte “no había nadie”. “Un vigilante de seguridad me firmó ante notario que yo me había presentado y me volví”. No se fue con la manos vacías, puesto que pueblo al que iba pueblo en el que recibía algún queso o alguna navaja. El final de la historia ya se conoce: Joaquín pudo firmar por el Valencia CF.
Ahora, el Albacete ha querido rememorar también ese momento en Twitter, donde le desea mucha suerte en su próxima aventura.
Otra gran anécdota que ha protagonizado el del Puerto de Santa María y que tiene como personaje estrella a Manuel Ruiz de Lopera es el mismo día de su boza con Susana Saborido. Ese día los novios perdieron protagonismo por una ocurrencia de Don Manuel. Ahí que apareció Manuel Ruiz de Lopera sosteniendo la Copa del Rey que recientemente había cosechado el club verdiblanco. “Se acercó y me dijo que iba a poner la Copa detrás nuestra, y ahí detrás la puso”, recuerda Joaquín en la docuserie ‘La penúltima y me voy’. Y sigue con gracias: “A Lopera lo que le interesaba era sacar la foto con la Copa. Se hizo la foto y se fue; ni vino al convite”. A palabras del que fuera presidente del club: “Se llevó la Copa porque era un gran jugador y no nos importaba llevarla”. Pero parece ser que Joaquín no lo pasó muy bien: “Joaquín se moría de la vergüenza pero no quería decir nada”, recuerda el exfutbolista Juanito.
