Barcelona
Betis
Junto con Isco, fue el único que cuajó un buen partido en el Real Betis dentro del descalabro que supuso la eliminación de la Copa del Rey a manos del FC Barcelona. Titular en el costado diestro tras la lesión de Lo Celso, Jesús Rodríguez aprovechó la oportunidad para ganarse el puesto, demostrado una vez más su descaro y desequilibrio para poner de gol en más de una ocasión a Juanmi o Vitor Roque, provocando en el tramo final el penalti que supuso el tanto del honor verdiblanco, obra del brasileño.
"Estamos dolidos por el resultado. Hay que tragar. Ya pensando en el próximo partido para intentar revertir la situación", afirmó el extremo tras el choque en los medios oficiales del club, donde sorprendió al mostrarse especialmente crítico por la forma en que su equipo afrontó la cita. Más allá del nivel exhibido por el conjunto azulgrana, que resultó imparable, en su opinión faltó intensidad.
"Es el equipo más en forma de toda Europa, pero si hubiéramos estado a un nivel más alto, como el que solemos estar, le hubiéramos puesto las cosas más difíciles. Nos han pasado por encima durante todo el partido. Es verdad que hemos tenido nuestras ocasiones, pero ha sido también la actitud de cada uno. No hemos salido como deberíamos salir ante este gran rival. Hay que aprender de los errores. El sábado, a por el Alavés", destacó.
"Entendemos el enfado de los béticos. Venimos de perder en Valladolid y, ahora, en Barcelona sacamos un resultado abultado. Pero pedimos calma porque somos el Betis, tenemos una gran plantilla y nos vamos a venir arriba", añadió el alcalareño, que pese a todo, mostró su felicidad por gozar de una nueva oportunidad con el primer equipo a sus 19 años, siendo ya nueve los encuentros disputados en lo que va de temporada.
"Contento porque estoy cumpliendo un sueño, pero hoy no tanto por no pasar a la siguiente ronda. Mientras me den oportunidades, intentaré aprovecharlas para ayudar al equipo en lo máximo", señaló al respecto, aludiendo también a un acción con Koundé en el segundo tiempo en la que se temió por su lesión: "Me coge el tobillo clavado. Gracias a Dios no es nada, se ha quedado en un susto".
Como todos en Heliópolis, Jesús tiene ya los cinco sentidos puestos en del próximo sábado ante el Alavés en el Benito Villamarín. "Esperamos todo el apoyo de los béticos el sábado. En esta situación tan difícil nos hace falta y lo vamos a dar todo por ganar el partido", sentenció.