Ivan Rakitic sorprendía en la víspera, durante una entrevista con 'Marca', negándose a valorar el gran momento de su ex compañero Isco Alarcón. "Yo prefiero hablar de los míos. Y los míos son los míos, el Sevilla FC", dijo el croata, una afirmación que debe valorarse en clave El Gran Derbi, porque, tras el choque de trenes del pasado domingo en el Ramón Sánchez-Pizjuán pudo verse a los dos centrocampistas charlando amistosamente sobre el terreno de juego. DAZN los eligió luego, como autor del gol del empate y MVP del duelo, respectivamente, para departir en una improvisada zona mixta con los contertulios habituales, Nico Pareja y Capi, momento en el que intercambiaron halagos y demostraron llevarse aparentemente mejor de lo inferido por las palabras del '10' nervionense. Incluso, el costasoleño soltó alguna broma, aunque aclarando siempre que habían sido "más rivales que compañeros", en alusión a sus enfrentamientos con FC Barcelona y Real Madrid.
Argumentaba Isco que siente "admiración por la carrera y la trayectoria" de Rakitic, recordando que, en su "corta etapa" blanquirroja, le "acogió bien", porque es "un buen capitán y un buen compañero". Sin embargo, un experto en comunicación no verbal duda de la sinceridad del '22' verdiblanco, analizando sus gestos e infiriendo que, de sus palabras, mirando al césped en todo momento, se deduce que siente cierto "desagrado". Así lo afirma Juan Manuel García López, director del Instituto Europeo de Ciencias del Comportamiento, un profesional con experiencia en la Guardia Civil como investigador de homicidios y secuestros que presume de formación por parte del FBI y de otros cuerpos policiales en técnicas negociadoras para incidentes críticos. Este divulgador y docente forma a los Mossos D'Esquadra e imparte conferencias, dados los conocimientos adquiridos en la famosa agencia estadounidense.
Desde su perfil de Tiktok, el especialista repasa el vídeo de la entrevista a Isco y Rakitic, aseverando que pasarse el dedo por debajo de la nariz de un lado a otro, como hace el malagueño en un par de ocasiones durante su alocución, implica malestar "cuando se produce detrás de un estímulo", por lo que pone en tela de juicio que esté diciendo la verdad y deja entrever que el bético está siendo ahí políticamente correcto para no desvelar que, si bien puede que no se lleve mal, tampoco tan bien como hace ver. Y es que es bien sabido que, tras muchos meses de silencio después de su desvinculación del Sevilla FC hace ahora exactamente un año, el ex madridista afirmó que había llegado a las manos con el ex director deportivo nervionense, Monchi, que le "cogió por el cuello", lo que acrecentó sus ganas de salir.