Han pasado 186 largos días, que son algo más de seis meses, pero Isco Alarcón ha recuperado esa sonrisa tan contagiosa que tiene y con la que ha alegrado la mañana de este lunes a todo el Real Betis. El mediapunta malagueño venía anunciando buenas sensaciones de cara a poder recortar los plazos previstos e intentar volver a los terrenos de juego en enero, sin renunciar aún a disputar algún minuto antes de que acabe 2023. Hoy ha dado un paso firme en ese ilusionante camino pisando el césped de la Ciudad Deportiva Luis del Sol, aún al margen del resto de sus compañeros pero por fin al lado de su mejor amigo: el balón de fútbol.
El Betis se ha ejercitado este lunes, en la vuelta al trabajo después de gozar de dos días de descanso aprovechando el parón liguero por los compromisos de las selecciones nacionales, y en la sesión ha llamado la atención varias cosas: por un lado, la ausencia de Héctor Bellerín y Diego Llorente, aún renqueantes de sus dolencias; por otro, el nutrido grupo de canteranos, con tres mediocentros dispuestos a solucionar el déficit de efectivos en la medular; sin olvidar la presencia de Aitor Ruibal y Sergi Altimira en plenas condiciones físicas ni las cuentas sobre cuándo podrá regresar Johnny Cardoso.
No obstante, como han destacado los medios del club a través de sus diferentes perfiles en las redes sociales, la sonrisa del día la ha arrancado las imágenes de Isco Alarcón, muy cerquita ya de trabajar con el equipo de Manuel Pellegrini. El de Arroyo de la Miel ya toca balón, en un gesto que evidencia que efectivamente todo va a muy buen ritmo. El equipo le espera con los brazos abiertos. Y la afición, más aún, pues las ganas de ver su sociedad con Lo Celso son enormes. Atrás quedan momentos muy duros, de un parón larguísimo cuando mejor estaba. Se quedó sin poder ir a una Eurocopa que además acabó ganando España, vio cómo los plazos iban aumentando: de dos meses a cuatro y luego a ocho. Ya lleva seis y confía en estar en la recta final de su recuperación. De ahí ese semblante alegre. Como decía el gran Andrés Montes: Todos los 'cracks' sonríen igual.
"Siendo prudentes, quizás en un mes pueda estar ya entrenando con normalidad. Con ganas de jugar, que lo echo mucho de menos. Al final fue en mayo, era para dos meses, tres meses, al final van a ser seis y ha sido más larga de lo que esperábamos. Ojalá poder jugar antes de que termine el año. Eso querrá decir que va la cosa bien", señaló el propio Isco la semana pasada, cuando acudió a Madrid para recoger un premio en la gala organizada por el diario Marca para repartir los premios de la temporada 23/24. El genial jugador del Betis, en la línea de su extensa listado de partidos en los que ha sido elegido MVP, fue galardonado con el trofeo al jugador favorito de la afición.