El jueves de la próxima semana, a las 23:59 horas, expirará el plazo para realizar transferencias en las cinco grandes Ligas, que pactaron pasar el 'deadline' del 31 de agosto al 1 de septiembre. Un día más de margen para regularizar las plantillas en España, con el Real Betis sufriendo la intransigencia de LaLiga, que lleva dos años pasando la mano por la pandemia y exige en este verano de 2022 que vuelvan los traspasos multimillonarios para que los clubes equilibren sus cuentas. Con el tope salarial rebasado, incluso tras la venta de Bartra al Trabzonspor, a los verdiblancos les faltan unos 11,5 millones de euros, de los que sólo la mitad aproximadamente pueden llegar de la 'palanca' que daría tiempo de activar. No la de la cesión a un tercero de la explotación unos años de un porcentaje de los ingresos por abonos y ticketing, sino la aportación directa de los máximos accionistas (hasta un 5% del presupuesto), bien como una ampliación de capital (que ya hicieron Espanyol o Atlético de Madrid) o bien con avales de su propio patrimonio.
Ángel Haro y José Miguel López Catalán, señalados en esta delicada tesitura por no querer malvender y dejar dos jornadas de campeonato a un cuarto del vestuario sin inscribir, han dado el paso al frente. Dieron el último empujón para que Luiz Felipe cumpliese la sanción que traía de la Serie A ante el Mallorca (también el central italo-brasileño, que aceptó diferir a próximas campañas ciertas cantidades de su sueldo, las correspondientes a las primas de fichaje) y se afanan esta semana para que Tebas valide la inclusión en la nómina bética de cinco de los seis 'sin papeles' por el momento (Camarasa, recuperándose de una larga lesión y una reciente operación, no estará operativo en la primera vuelta). Con el ex de la Lazio disponible para Manuel Pellegrini este viernes ante Osasuna, el objetivo es acelerar los trámites para que, en lo posible, también lo estén Guardado, Joaquín, Bravo, Luiz Henrique y Willian José.
Siendo realistas, la hoja de ruta de aquí al cierre del mercado veraniego pasa por conseguir que los no inscritos abandonen ese limbo burocrático, aunque hará falta, al menos, una gran venta o varias menores para cuadrar las cuentas. Obviamente, se trabaja en el complejo encaje de bolillos de superar este hándicap económico sin perder demasiado potencial, aunque Pellegrini está avisados y resignado. También debería concienciarse la afición heliopolitana: aparte de Bartra, seguramente deberá despedirse de algún 'peso pesado' más. Todas las miradas siguen puestas en Álex Moreno y William Carvalho, sin descartar a Guido Rodríguez, Borja Iglesias o Fekir. Mientras tanto, Cordón tratará de que los descartes (Loren, Montoya, seguramente Paul) se marchen, pues sólo lo hizo Lainez (cedido al Braga con una opción de compra de 7 kilos). Aligerar la masa salarial es la prioridad, aunque también que el 'Ingeniero' cuente con las mejores armas posibles para encarar las cuatro competiciones de la 22/23.
Por supuesto, de fichajes habrá que olvidarse salvo que se ingresen 30 millones o más. En ese caso, LaLiga ya permitirá aplicar la fórmula 1:1, por lo que, con el tope salarial en positivo, cada euro ahorrado se podría reinvertir. En la planta noble del Benito Villamarín consideran prácticamente imposibles a Dani Ceballos y Houssem Aouar, con la esperanza de que aguanten en Real Madrid y Lyon, respectivamente, para arribar a coste cero dentro de un año, aunque es improbable. Con Bellerín hay un pacto, de momento imposible de cumplir, aunque él está haciendo su parte, rechazando cada propuesta que recibe y forzando su rescisión en el Arsenal. Solamente volver al Barça le seduce, porque, lógicamente, si no puede ser el Betis, tendrá que buscar un destino de su agrado, ya que no cuenta para Arteta.
Además, como desveló su círculo más cercano, Juan Mata ha decidido continuar su carrera, tras una década en la Premier League, en tierras hispalenses. Betis, Sevilla, Valencia y Real Sociedad pujaban por repatriarle, si bien Onda Cero Sevilla desvela que el atacante criado en Oviedo tiene un acuerdo ya con los dirigentes verdiblancos para completar la media punta de Pellegrini, que pedía un extremo zurdo que compitiese de tú a tú con el 'pichichi' Juanmi. El veterano futbolista acabó contrato el pasado 30 de junio con el Manchester United y se encontraría en una situación similar a la de Bellerín: a la espera de salidas y 'palancas' que alivien la masa salarial del equipo para, tras solucionar lo de las inscripciones, volver a España.