El Real Betis llega a dieciseisavos con un aprobado raspado. Ubicado en la mitad superior de la liguilla de UEFA Conference League (15º), el conjunto verdiblanco selló ante el Helsinki un calco al viaje a Moldavia, que abochornó al mismísimo vicepresidente de la entidad, López Catalán, como reflejó en una de sus intervenciones durante la Junta de Accionistas del pasado martes. Una congregación de propietarios de la entidad que derivó en un nuevo episodio de la saga: "Ruptura de relaciones", rodada en Sevilla, con Ángel Haro y José María del Nido Carrasco, presidentes de sendas entidades, como protagonistas de la serie. En la última semana de competición oficial de 2024, con el Betis jugándose una ventajosa posición en la tabla que finalmente no llegó, ya que finalmente quedó a un gol de evitar al Chelsea hasta una hipotética ronda de semifinales, lo cierto es que las gradas del Estadio Benito Villamarín contaron un espectador de lujo: Andrés Guardado.
Una vez finalizado el encuentro, el futbolista abandonó junto a sus familiares las inmediaciones del Estadio poniendo rumbo hacia La Palmera. Aguardaba este medio su salida, aunque el futbolista reiteró en varias ocasiones y fuera de cámaras que "no vino para ser protagonista" y que "no iba a responder sobre ninguna polémica". De este modo, tal y como captaron las cámaras de ESTADIO Deportivo, el para siempre 'Principito' bético respondió "estar muy feliz de volver al Benito Villamarín".
El de Guadalajara, mediocentro que milita actualmente en el León mexicano, vistió las 'Trece Barras' durante siete temporadas, levantando un título de Copa del Rey y haciéndose un hueco eterno en las memorias verdiblancas tras convertirse en el futbolista extranjero con más partidos oficiales disputados. Líder quasi supremo del vestuario durante la consecución copera, protagonizó una anecdótica celebración tras la ronda de octavos de final donde eliminaron al Sevilla en una eliminatoria no exenta de polémica. Simuló el futbolista un desmayo, vinculado por el contexto al golpe que recibió Joan Jordán. El Código Disciplinario de la RFEF aplicó al futbolista por su simulación una multa de 602 euros, evitando el mexicano la sanción que los tres canteranos sevillistas sufrieron el pasado fin de semana y que desembocaron en la famosa ruptura de relaciones por parte de los nervionenses.
En plena vorágine de rivalidad, el mexicano, como hizo Lucas Ocampos con sus excompañeros, quiso visitar a los componentes del actual vestuario y envió este mensaje desde los medios del club: "Hola béticos. Quiero saludarlos, desearles el éxito para esta temporada. Saben que esta la considero mi casa. Espero que también me consideren parte de ustedes. Un abrazo muy grande y mucho éxito".