Guadalupe Porras Ayuso, asistente del árbitro adscrito al colegio balear Guillermo Cuadra Fernández, no ha podido ejercer siquiera un cuarto de hora en el encuentro de la jornada 26ª de LaLiga para el que estaba designada, que enfrenta este domingo a Real Betis y Athletic Club en el Estadio Benito Villamarín. La pacense ha tenido muy mala suerte, ya que chocó aparatosamente con una cámara de televisión mientras corría la banda más cercana a la grada de Preferencia del coliseo de La Palmera para seguir desde cerca la transición iniciada por Johnny Cardoso y culminada con una fenomenal asistencia de Willian José a la espalda de los centrales que aprovecharía Ezequiel 'Chimy' Ávila a los trece minutos para adelantar en el marcador a los hombres de Manuel Pellegrini. La colegiada internacional desde 2014 tuvo muy mala suerte, ya que se produjo una brecha que le llenó la cara de sangre.
Porras Ayuso, de 37 años, fue atendida 'in situ' por los servicios médicos de ambos conjuntos y retirada en camilla, aprovechando que, precisamente, en el hueco entre ese graderío y el Gol Sur se encuentra habitualmente la ambulancia del 061 destinada a los encuentros de la escuadra hispalense. Su sustituto fue el cuarto árbitro, Néstor Holgueras Castellanos, que se uniformó adecuadamente y tomó el banderín de su compañera y completó no sólo la primera mitad, sino el resto del encuentro, pues el protocolo de seguridad en estos casos manda que, con golpes en la cabeza, mucho más si se producen heridas, el afectado debe retirarse indefinidamente. La damnificada fue trasladada a un centro médico cercano para ser evaluada, aunque las primeras impresiones apuntaban que el incidente fue más aparatoso que realmente grave.
Nacida en Badajoz el 1 de enero de 1987, Guadalupe Porras no ha dirigido todavía encuentros del fútbol profesional como juez principal, pero lleva 49 desde la banda, tres de ellos de Champions League, uno de Europa League y tres de Conference League, por lo que acumula mucha experiencia pese a su juventud. Se convirtió en la primera mujer en arbitrar un partido de LaLiga en Primera división (en 2019), así como en participar en una final de Copa del Rey y también en la competición continental, ya que estuvo en el duelo entre Albania y Kazajistán en 2020. Rompiendo barreras y, por fortuna, consiguiendo que lo que hace no mucho parecía extraño por inhabitual (y por el machismo intrínseco de la sociedad española) se haya asumido con total normalidad.