El Betis trabaja en una profunda remodelación de su plantilla de cara a la próxima campaña que pasa en parte por desprenderse de algunos de los futbolistas mejor pagados. Era el caso de Willian José, traspasado al Spartak de Moscú por unos tres millones de euros; pero hay más jugadores con elevados sueldos en la rampa de salida, siendo muy diferentes las circunstancias de cada uno de ellos.
De un lado, se espera que el mercado se mueva por Nabil Fekir, aguardando movimientos desde Arabia Saudí. Su marcha se antoja necesaria para poder hacer hueco al deseado Lo Celso dentro del margen salarial de la plantilla, pero qué duda cabe de que Pellegrini estaría encantado de poder seguir contando con el francés. Nada que ver con la situación de Borja Iglesias, descartado por el técnico chileno y con otra jugosa ficha de la que desean librarse en La Palmera, con el Celta de Vigo como gran interesado.
El problema en el caso del 'Panda' es que deberá renunciar a buena parte de lo que cobra actualmente si quiere regresar al club en el que se formó. Un obstáculo que también frena al PAOK de Salónica en su intento por hacerse con William Carvalho, desvelado en las últimas horas por la prensa griega.
Desde la planta noble del Villamarín le han transmitido a los agentes del centrocampista portugués que la decisión ya está tomada y no hay vuelta atrás. Tras una mala temporada en la que no ha alcanzado los 700 minutos de juego en LaLiga, condicionado en parte por las lesiones, la idea es buscarle acomodo, después de que ya se frustrase su salida en los dos últimos mercados.
Ya llamó a su puerta el Besiktas y en enero fue el Flamengo brasileño el que pretendió su fichaje, pero no hubo acuerdo con un Betis que exigía entre 5 y 6 millones de euros para que las cuentas le cuadrasen. Ahora, en cambio, se espera que esas pretensiones sean bastante inferiores, pues además su cláusula de rescisión es de sólo dos kilos hasta el próximo 15 de julio. El gran objetivo es ahorrarse su elevado sueldo (2,5 millones limpios), que el luso tiene asegurado hasta 2026.
En cualquier caso, el campeón griego, que jugará la segunda ronda de clasificación para la Champions, asume que no podrá acceder a las peticiones salariales del ex del Sporting de Portugal, muy del gusto de su entrenador, el rumano Razvan Lucescu. El plan, por tanto, no es otro que esperar a que el mercado avance y William Carvalho pueda rebajar sus exigencias, aunque sus agentes los mueven por Turquía o Araba Saudí, ligas con mayor poder adquisitivo. Mientras tanto, maneja también la alternativa de Soualiho Meïté, de 30 años, para reforzar su centro del campo, pero el franco-marfileño, que ha estado cedido este pasado curso en el conjunto griego por el Benfica, pide también una importante ficha superior a los 2 kilos.