Miguel Espina, ex directivo del Real Betis durante varias etapas, ha fallecido a los 85 años de edad. Unido al club verdiblanco durante más de media vida este hombre, natural de la localidad sevillana de Dos Hermanas, fue uno de los hombres importantes en el proceso de conversión de la entidad en sociedad anónima deportiva y la mano derecha de Hugo Galera en la plataforma Béticos por el Villamarín. Incluso tiene una pequeña peña bautizada con su nombre en Alcalá de Guadaira.
Miguel Espina debutó en un cargo directivo en el Real Betis con el presidente Juan Manuel Mauduit en 1979. El sevillano fue vocal en sus dos primeras temporadas y ocupó el cargo de tesorero en las siguientes. En las elecciones de 1983 intentó ser presidente pero perdió contra la candidatura encabezada por Gerardo Martínez Retamero, saliendo así del club al que volvió en 1987 como vicepresidente. Hay que recordar que en aquel momento el Real Betis era un club de fútbol y no una sociedad anónima deportiva como es ahora.
Precisamente, Miguel Espina fue una persona clave en la conversión del Real Betis sociedad anónima deportiva junto a Hugo Galera, quien por entonces presidía la entidad cuando la gran mayoría de clubes de España pusieron en marcha este proceso.
Con la entrada de Manuel Ruiz de Lopera, Miguel Espina, que estuvo en su contra, salió de la directiva a pesar de que compró un paquete relevante de acciones gracias a su éxito como empresario industrial que le hizo ser uno de los béticos accionistas con más peso durante aquellos años. Eso provocó que formara parte de la oposición a la presidencia de Manuel Ruiz de Lopera y se unió a Hugo Galera para poner en marcha la plataforma Béticos por el Villamarín que buscaba derrocar al empresario de El Fontanal haciendo de oposición a la gestión deportiva y económica que hacia Manuel Ruiz de Lopera en el Real Betis Balompié.
Posteriormente, participó en la gran manifestación del 15 de junio de 2009 cuando miles de béticos se echaron a las calles de la ciudad de Sevilla para reclamar la regeneración del club verdiblanco y la marcha definitiva de Manuel Ruiz de Lopera al cual le pedían la venta del club por su mala gestión. En 2012 participó en la puesta en marcha de la Fundación Real Betis, de la que llegó a ser vicepresidente y en la actualidad mantenía el cargo de patrono.