Una imagen dice más que mil palabras. Sergi Altimira es el tercer jugador del Betis con más minutos disputados en esta primera vuelta de la temporada, con 1.801 que ha repartido en 26 encuentros, 20 de ellos como titular. Sólo Diego Llorente (2.094') y Ez Abde (1.825') superan el tiempo de juego del mediocentro catalán, que también es el segundo en partidos oficiales (Abde, 27) y el segundo que más veces ha partido en el once inicial entre las tres competiciones (Llorente, 24). Es evidente que le ha beneficiado con creces las graves lesiones de Marc Roca y William Carvalho e incluso llegó a quedarse como único mediocentro sano de la primera plantilla durante las tres semanas que estuvo de baja Johnny Cardoso.
El de Cardedeu siente que lo está dando todo y, sin embargo, no percibe ese 'feeback' con un sector de la afición que no le perdona un desplante en Moldavia y ahora tampoco con el entrenador, un Manuel Pellegrini que en Valladolid le eligió como primer cambio por tercer encuentro consecutivo. No se lo tomó nada bien el mediocentro, que fue captando por las cámaras desahogando una rabia y una frustración que, por otro lado son entendibles.
En el minuto 61 del pésimo encuentro en Valladolid, nada más encajar el 1-0, el técnico del Betis repitió el movimiento que ya hizo en el partido de Copa del Rey de la semana pasada en Huesca. Viendo que Lo Celso estaba muy desconectado en la banda y no lograba asociarse con Isco, volvió centrar la posición del argentino introduciendo a un extremo (Aitor Ruibal y luego Jesús Rodríguez) para intentar buscar algo de fluidez en el pobre juego del equipo vestido en esta ocasión de aurinegro. El sacrificado, igual que en el descanso del duelo en El Alcoraz y en el 66' del último choque de 2024 frente al Rayo Vallecano, volvió a ser Sergi Altimira.
Como enfocaron las cámaras de DAZN, el mediocentro mostró su enfado tirando con furia el chaquetón que un miembro del cuerpo técnico le acababa de dar para que no se enfriase. Se sentó pasando al lado de Pellegrini sin mirarle y, aunque saludó a sus compañeros del banquillo, lo hizo con un gesto visiblemente molesto que no paraba de llamar la atención de la retransmisión. Curiosamente, pocos minutos después, el técnico chileno se cansó del mal partido de Lo Celso y también le retiró para dar entrada al canterano Mateo Flores. Había muchos motivos para explicar el cambio de Sergi Altimira, quien en cierto modo en el plano individual se siente señalado con estos tres cambios seguidos pero al que no le faltaban motivos para estar mosqueado también a título colectivo.
Las estadísticas ofrecen lecturas para darle la razón al técnico pero también para justificar el enfado del futbolista. Sobre el terreno de juego se percibe cierta desconfianza en la capacidad de Altimira de sacar el balón jugado desde atrás. Llorente y Natan buscan preferentemente a Johnny Cardoso, Lo Celso y, especialmente, a Isco Alarcón. Así, el catalán se descuelga mucho casi como 'quitándose de enmedio' y se posiciona arriba por si hiciese faltar presionar tras pérdida. Pese a ello, sus números en Valladolid fueron de lo más aceptables del Betis dentro de la mala imagen de todo el equipo: 38 de 39 en pases (97%) y 8 duelos ganados de 11, con sólo dos pérdidas por tres robos y otros tres despejes. Tras el choque, ya más calmado, hizo autocrítica y puso ya la mente a pensar en el partido copero del miércoles ante el Barcelona.
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