Se llama Alejandro Ortega, tiene 22 años y dos millones largos de seguidores en las redes sociales, especialmente en TikTok. Subieron como la espuma cuando se dedicó a edulcorar las ásperas tardes del confinamiento desde su balcón de la calle Esperanza de Triana. Porque este músico nació y creció en el arrabal sevillano por excelencia, que le nombró en 2021 'Trianero del año', un reconocimiento que lleva a gala con mucho orgullo. Tanto como los guiños cibernéticos de artistas urbanos como J Balvin u Omar Montes, fascinados con sus versiones de temas tanto clásicos como modernos. Apostó por la fusión y por el violín, en su modalidad eléctrica, aunque su madre, pianista de profesión, quería que siguiera sus pasos por haberle legado manos grandes. Él, con todo, la convenció. Ahora quiere ser maestro para transmitir su gran pasión a los más pequeños. Mientras tanto, se gana la vida con conciertos no tan multitudinarios, seguro, como el de este viernes.
De hecho, fue uno de los encargados de amenizar la espera de la mayor parte de los 52.580 espectadores que, parafraseando al que fuera mandamás verdiblanco Manuel Ruiz de Lopera, 'acolapsaron' La Palmera para asistir al Real Betis-Osasuna de la tercera jornada de LaLiga, que terminó con un nuevo triunfo heliopolitano para hacerse fuertes los de Manuel Pellegrini en la cima de la clasificación, con un pleno obrado al filo del descanso con el obús que salió de la bota derecha de Borja Iglesias para 'romper' la red de la portería defendida por Sergio Herrera. Antes, con los últimos hinchas acomodándose en sus asientos, el espectáculo de luces y color en los prolegómenos, con uno de los himnos de referencia del beticismo sonando a toda pastilla en los altavoces del Estadio Benito Villamarín (el 'Stereo Love' de Edward Maya y Vika Jigulina, cuya letra es sustituida por un 'lolololololo'), tuvo a Ortega como protagonista.
El músico trianero interpretó la canción con su violín eléctrico, acompañado de Palmerín y ataviado con una equipación especial de la final de la Copa del Rey que aumentó el pasado 23 de abril el contenido de las vitrinas verdiblancas. Los asistentes inundaron las redes con vídeos de la actuación, felicitando al autor y pidiendo su regreso en futuras ocasiones. Sin duda, a falta de espectáculo dentro del terreno de juego, sobre todo en una segunda mitad marcada desde su ecuador por la controvertida expulsión de Pezzella, que obligó a los de Pellegrini a sufrir y defender el 1-0, Alejandro Ortega lo puso en el mismo escenario, pero sin puntos en juego.