El esfuerzo de Raúl García y cómo ven en el Betis su futuro inmediato

Raúl García de Haro está que se sale. Y eso que casi dice adiós a la temporada antes de tiempo, porque las primeras exploraciones en una clínica de Vitoria, a apenas 40 kilómetros de Miranda de Ebro, pronosticaban que su dolencia en un hombro requeriría una intervención que le tendría alejado entre cuatro y cinco meses de los terrenos de juego. Por suerte, al ser un futbolista cedido por el Real Betis, consultó a los especialistas verdiblancos durante una visita a la Ciudad Deportiva Luis del Sol, llegándose a la conclusión de que un tratamiento conservador y ciertas precauciones durante entrenamientos y partidos valdrían para esquivar el quirófano. Con todo, aconsejaban unas 3-4 semanas de descanso para la articulación, que no se han cumplido al remitir el dolor y bajar la inflamación. Las sensaciones eran buenas, por lo que el accitano sólo tuvo que perderse la visita al Racing, regresando por todo lo alto el pasado sábado.

La Ponferradina sufrió los estragos del 'pichichi' rojinegro, a la sazón el segundo máximo goleador de la categoría. Dos tantos en cuatro minutos (los que van del 16 al 20) bastaron para tumbar a los bercianos, que recortaron distancias pero no pudieron igualar una contienda que permite al Mirandés respirar en la tabla, con un pequeño colchón de cinco puntos sobre la zona de descenso. Raúl apuró los noventa minutos y el alargue, aunque no sería de extrañar que no participara, al menos desde el inicio y mientras no fuera necesario, en la segunda eliminatoria de la Copa del Rey, que enfrenta este martes a los burgaleses con el Intercity a partir de las 19:00 horas. Un necesario reposo para recuperar movilidad en su hombro dañado, aunque ya luego habrá un parón hasta la visita liguera del 8 de enero al Zaragoza.

Con nueve dianas (y tres asistencias) en 18 partidos, una cada dos participaciones, el delantero nacido en Olesa de Montserrat sólo tiene por delante al atacante del Granada Myrto Uzuni (11). Un rendimiento que, lógicamente, está llamando la atención tanto de los ojeadores del Betis encargados del seguimiento de los cedidos (también el alavesista Rober González y Diego Lainez, a préstamo en el Sporting de Braga) como de otros clubes de Primera y Segunda división. Pero, como ya se avanzó en ESTADIO, no está previsto que se mueva del Mirandés en la inminente ventana invernal. Llamadas, contactos y sondeos ha habido. Media docena, para ser exactos, pero interrumpir el acuerdo exigiría la connivencia de los rojinegros, quienes, no obstante, se cubren las espaldas preguntando por el realista Katxikaburu, en la órbita también del Granada. No hará falta, porque Raúl se queda. Tampoco volverá al Betis, que evaluará su situación en verano. Solamente una oferta fuera de mercado cambiaría los planes fijados, pero, de momento, no ha llegado.

De todas maneras, después de dos pretemporadas a las órdenes de Manuel Pellegrini, el accitano tiene claro que su futuro no pasa por Heliópolis, salvo giro mayúsculo de los acontecimientos. Todo sea dicho que el chileno lo cita por voluntad propia, ya que no es de los que tiene recogido en su contrato que tiene que ejercitarse cada verano con los grandes. Por gusto propio o referencias de Miguel Calzado, Raúl ha intentado sin suerte convencer al 'Ingeniero', que no parece estar del todo por la labor de darle galones. En principio, Borja Iglesias seguirá, a Loren se la buscará equipo y, aunque Willian José tiene contrato en vigor, se escuchan ofertas por el brasileño, especialmente si continúa apático y sin continuidad en el gol. Pero el objetivo es un artillero diferente a los que ya hay, capaz de correr al espacio y definir, pero igualmente joven (el ex del Almería acaba de cumplir 22 años). El '9' del Mirandés desea mantener esta línea, cumplir con el trámite estival y quemar su última bala (aunque tiene vinculación hasta 2025, ha palpado la realidad en Marbella y otros 'stages', por lo que sabe lo que le espera) a la espera de que algún club apueste de verdad por él. Si es el Betis, por él, gratamente sorprendido, perfecto.