Escudo del Real Betis: historia, significado, heráldica y evolución del emblema verdiblanco

La autoría se atribuye a José María de la Concha, el que fuera secretario técnico de la entidad, que unificó una imagen corporativa de varios ejemplos anteriores en 1957

Escudo del Real Betis: historia, significado, heráldica y evolución del emblema verdiblanco
El logo y la tipografía oficial del Real Betis, en el vestuario local del Benito VIllamarín. - RBB
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El escudo del Real Betis Balompié, como el del resto de clubes de fútbol y otros deportes, es más que el logotipo o representación gráfica de una marca o firma comercial, pues es un símbolo de identidad y pertenencia para sus aficionados. Por eso se luce en el pecho, generalmente al lado izquierdo, donde se ubica el corazón. Y por eso lo señalan y besan los jugadores cuando marcan. También por esa misma razón hay tanto rechazo cuando los dirigentes deciden cambiar o actualizar los diseños por otros más modernos. Clubes como el Atlético de Madrid o el Real Valladolid han votado masivamente para regresar a la versión antigua, aunque se afianza esa práctica, especialmente para optar por formas redondeadas.

El actual escudo del Real Betis sintetiza a grandes rasgos la historia del club. De hecho, aunque su diseño definitivo se fecha en 1957 (su autor, José María de la Concha, era el secretario técnico y recopiló varios detalles clásicos y extendidos), aúna varios emblemas anteriores. Así, el triángulo con trece barras verdiblancas que apareció por primera vez en 1931 sirve para enmarcar el distintivo que la entidad utilizó a partir de 1925, con un círculo con dos letras 'B' verdes entrelazadas sobre fondo blanco que luce una corona en su parte superior, aludiendo así al título de Real que recibió el Betis FC en agosto de 1914 por parte de Su Majestad Don Alfonso XIII.

Significado del escudo del Betis

Según los expertos, el triángulo invertido es una referencia a la mujer, a la matriz, al vientre materno como origen de todo, mientras que colores verde y blanco se asumen por la correspondencia con el Celtic de Glasgow, ya que fue una camiseta heredada del equipo escocés, que las lucía horizontales y no verticales (desde 1903), la que supuso el arranque de la historia de esta identidad tonal. A comienzos del siglo veinte llega allí a estudiar Manuel Ramos Asensio, en concreto al Colegio Marista St. Josephs de Dumfries, fundado por el mismo religioso que el club católico de Glasgow y donde ve ya los colores verdiblancos que se llevará para el Sevilla Balompié, germen del Real Betis, que vestía con camiseta azul y calzonas blancas.

Evolución del escudo del Betis

No obstante, los inicios del escudo del Real Betis tuvieron forma de sello, rombo y círculo, incorporándose el triángulo a principios de la década de los años 30 del pasado siglo. A uno de los primeros, en concreto el bordado de 1915, rinde homenaje esta temporada 24/25 a sus 110 años la segunda equipación del club, amarilla y negra.

La primera enseña, aún del Sevilla Balompié, estaba compuesta por un círculo con fondo blanco en cuyo interior se entrelazaban una 'S' y una 'B' en color azul prusia. Paralelamente, el Betis FC utilizó un distintivo muy parecido, con la única diferencia de que el círculo era con fondo verde y las letras (la 'B', la 'F' y la C') negras. Una vez fusionadas ambas entidades, a finales de 1914, se optó por unirlas bajo un diseño bastante simple, con un círculo dividido por una diagonal donde aparecía escrito en una de sus mitades 'Betis' y en la otra, 'Balompié', todo ello con una corona en la parte superior que recordaba el título de Real que ostentaba la entidad resultante.

Pocos años más tarde, hacia 1920, llegó el primer cambio importante. La corona se mantuvo, aunque esta vez estaba situada sobre un rombo con fondo blanco en cuyo interior se entrelazaban dos 'B' verdes. Este emblema sería sustituido por otro unos cinco años después, con la única salvedad de que el rombo pasó a ser un círculo que, una vez proclamada la II República, perdió la corona. Este hecho provocó que se revisase el distintivo, que volvió a utilizar un rombo para las dos 'B', quedando ahora todo enmarcado en un triángulo con trece barras verdiblancas. Un diseño realizado por Enrique Aniño, miembro fundador del Sevilla Balompié, y al que se sumaría de nuevo la corona a partir de 1941.

No obstante, este último cambio provocó división de opiniones en el seno de la afición, ya que una parte quería volver a utilizar el anterior a 1931. Ante esta problemática, en 1957 y coincidiendo con las Bodas de Oro del club, se convocó un concurso cuyo ganador se dio a conocer el 8 de enero. Este honor recayó en José María de la Concha, secretario técnico de la entidad, que así se convirtió en el creador del actual escudo de la entidad. Desde entonces, se ha revisado mínimamente en varias ocasiones, como en 2012 y 2022, suavizando y estilizando los bordes con el fin de adaptarlo a la nueva era digital y que case con la imagen corporativa, gama y tipo de letra incluidos.