Óscar Murillo4 min lecturaEntre el cielo y el suelo. Y no se trata de la mítica canción de Mecano. La tensión propia de una junta general de accionistas ha cambiado de acera, en lo que a su máxima intensidad se refiere, en los últimos años. Lo que fue durante mucho tiempo una balsa de aceite en Nervión ha vuelto a acaparar portadas y morbo por la intención firme del ex presidente blanquirrojo, José María del Nido Benavente, de recuperar el poder, ahora con un altavoz impagable por la grave crisis por la que atraviesa el equipo, en puestos de descenso en LaLiga y eliminado a las primeras de cambio de la Champions League, aunque con recorrido todavía en Copa del Rey y Europa League, más las opciones intactas de remontar en el torneo de la regularidad. Por su parte, el desembarco de Ángel Haro y José Miguel López Catalán en Heliópolis apenas ha sido contradicho por una tímida oposición que lideraron Joaquín Caro Ledesma, con la bandera de Lorenzo Serra Ferrer, aunque el poderío accionarial de 'Ahora, Betis, Ahora' no admite ninguna discusión, ni siquiera la amagada por Farusa, con el buen momento del equipo como impagable aval para mantener la confianza de la masa social.
Sea como fuere, el mes de diciembre acogerá dos citas siempre importantes para testar la salud democrática de ambas instituciones, con una precuela condicionante en el caso del Sevilla FC y una posible secuela en el del Real Betis. Por eso las fechas elegidas. Empezando por los de Eduardo Dato, a falta de confirmación, la junta será el próximo jueves 29 de diciembre, pero hay margen hasta finales del presente mes para convocarla. Lo que se decida en ella será la continuidad esperada o no dependiendo de una vista que, según avanza 'Muchodeporte', determinará el 5-D (unos días más tarde, en realidad, se conocerá el fallo del juez) si Del Nido Sr. puede o no votar en la asamblea. Lo que no es baladí. Se le impidió la vez anterior y, según parece, seguirá inhabilitado en este sentido por el pacto suscrito en su momento, aunque el entorno del abogado sevillano es muy optimista, entendiendo que conseguirá unas medidas cautelares que, junto a su rearme accionarial, podrían dar un vuelvo a la ejecutiva nervionense.
Mucho más calmada se presume la junta de accionistas del Betis, que ya ha quedado convocada para dos semanas antes, el jueves 15 de diciembre. Esta vez, en el Hotel Barceló Renacimiento de La Cartuja, tras abandonar por la Covid-19 el cercano Al-Andalus y desplazarse después al propio césped del Benito Villamarín y el Palacio de Deportes San Pablo. Fijada en primera convocatoria a las 17:00 horas dentro de un mes, tendrá siete puntos del día, entre ellos el de aprobación de unas cuentas que destinan 156 millones de euros para el presupuesto de la presente temporada 22/23. No está entre lo debatible la ampliación de capital o sus variantes, como la emisión de bonos corporativos u otras 'palancas' para paliar la actual situación, con el consejo de administración avalando 6,3 millones de euros de su propio patrimonio que tendrá que recuperar antes del 1 de septiembre de 2023.
Los rectores verdiblancos continúan debatiendo la pertinencia o no de estas medidas de ingeniería financiera, aunque, llegado el caso, se convocaría posteriormente una junta extraordinaria para tal fin, la secuela que podría determinar cómo se dibuja el nuevo panorama accionarial, actualmente muy repartido y con la familia de Manuel Ruiz de Lopera fuera.
