El fichaje de Giovani Lo Celso en la recta final de mercado ha despertado ilusión en el beticismo, pues después de que dejara huella en su anterior etapa hacía tiempo que se soñaba con su regreso en el Benito Villamarín. La dirección deportiva ha trabajado en su incorporación durante la mayor parte del verano, pero fue el meteórico traspaso de Fekir el que activó definitivamente su vuelta en el epílogo de la ventana de transferencias.
El argentino había sido el preferido, junto a Moleiro, opción que no tardó en descartarse por las pretensiones de Las Palmas, para sustituir al franco-argelino en el caso de que se marchara para compartir labores creativas con Isco Alarcón y que no toda la responsabilidad recayera en Lo Celso, que llega después de no haber sido protagonista en el Tottenham.
Sin embargo, las circunstancias obligan al rosarino a asumir desde el principio galones en el centro del campo y en convertirse en el pilar creativo de los verdiblancos por delante del doble pivote. Con Isco, Pellegrini le habría buscado acomodo, posiblemente como interior, para complementar al costasoleño, pero la realidad es que la estrella verdiblanca tardará en echar una mano a Lo Celso en la misión de aportar chispa a la ofensiva bética.
Y es que, después de un frenazo doloroso en su recuperación, el de Arroyo de La Miel pasó ayer por segunda vez por el quirófano en tres meses y medio, ya que el 20 de mayo pasado lo hacía para corregir la fractura diafisaria del peroné izquierdo que se produjo contra Las Palmas. Este viernes, como explicó el club, fue intervenido para realizar "una limpieza del foco de fractura, reforzada mediante injerto óseo y recolocación de osteosintesis con placa". Así, el experto en la meteria Juan José López Martínez señaló a ESTADIO que el tiempo de baja a partir de esta operación podría alargarse hasta los cuatro meses, por lo que podría darse el caso de que ya no volviera hasta 2025.
Así las cosas, toda la presión recae en Giovani lo Celso, lo que preocupa seriamente a un Pellegrini que siempre defendió la continuidad de Fekir como una pieza importante, si bien el interés del Betis en hacer caja y la oferta árabe que convenció al futbolista le han impedido contar con el que consideraba en uno de sus pilares a pesar de que no fuera el mismo tras recuperarse de su larga lesión. Ahora debe construir su equipo alrededor del argentino y confiar en que muestre su mejor versión en la sala de máquinas para no perder ese punto de calidad que siempre aporta el internacional galo o, por supuesto, Isco. Lo Celso está obligado a funcionar a tope desde el primer minuto.
Y lo cierto es que Lo Celso llegará justo para el choque después del parón contra el Leganés, que se disputa el viernes 13 a las 21:00 horas en el Benito Villamarín. Y es que rosarino se encuentra concentrado con la Selección Argentina, que se enfrentará a Colombia en la madrugrada del martes 10 al miércoles 11 de septiembre, por lo que, básicamente, no podrá preparar el choque contra los pepineros juntos a sus compañeros, un problema añadido al que tiene que hacer frente el técnico chileno.