González Fuertes, árbitro del RCD Espanyol - Real Betis Balompié, se convirtió en el gran protagonista del partido cuando el choque estaba ya inmerso en la segunda mitad por algunas de las decisiones que tomó en el partido que pudieron cambiar el signo del mismo, puesto que el RCD Espanyol terminó muy enfadado por la actuación del asturiano.
Todo ocurrió en la segunda mitad cuando dos jugadas dudosas pudieron cambiar el 1-0, a favor del RCD Espanyol, marcaba el luminoso. La primera de ellas fue en el minuto 49 cuando los jugadores del Real Betis Balompié reclamaron penalti por una mano de Óscar Gil dentro del área espanyolista después de un centro bético. A pesar de ello, el lateral derecho del RCD Espanyol tenía la mano pegada el cuerpo y en esta ocasión se pudo decir que González Fuertes no se equivocó al igual que lo hizo González González, quien era el colegiado encargado del VAR en este partido.
La polémica real llegó en la siguiente jugada cuando en un fulgurante contraataque, el RCD Espanyol puso el 2-0 por medio de Aleix Vidal que aprovechó una buena jugada de Javi Puado. A pesar de todo, el tanto fue anulado por González Fuertes debido a un supuesto manotazo del propio Javi Puado a Aitor Ruibal que antes de tirar a portería lo golpeó en la cara. No dudó González Fuertes en señalar la infracción lo que produjo el enfado de los futbolistas del RCD Espanyol que vieron cómo la posible sentencia se les escapaba. Una jugada muy polémica que para algunos estará bien pitada y para otros no según sea su punto de vista.
A partir de ese momento, hubo una serie de reclamaciones por parte de ambos equipos pero, poco a poco, todo acabó volviendo a la normalidad sin que los equipos se quejaran mucho más.
Lo cierto es que esa segunda jugada pone el foco en una de las jugadas más protestadas y más señaladas en esta LaLiga, la cual no es otra que los manotazos en la cara. Acciones que están siendo pitadas mucho por los árbitros, impidiendo que haya más continuidad y ritmo de juego en los partidos.
En este caso, benefició al Betis porque no subió al marcador el posible 2-0 en contra frente al RCD Espanyol, pero lo mismo que hoy cayó de cara, en otro partido le puede perjudicar. Una ruleta rusa a la que se enfrentan todos los equipos y que parece que no se va a acabar a no ser que haya un cambio de órdenes del CTA que presiden Medina Cantalejo.