La desgracia frustra otra vez el sueño bético de Omar Sayed

El infortunio persigue al jovencísimo Omar Sayed Moawad, que, con 18 años recién cumplidos, ve cómo su sueño de triunfar en Europa con la camiseta del Real Betis vuelve a frustrarse por las lesiones. De esta manera, si ya en septiembre de 2023 tuvo que resignarse y seguir esperando por culpa del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, trece meses después deberá pasar por el mismo trance. Justo unas semanas después de firmar su contrato con los verdiblancos, anunciado a bombo y platillo el pasado 16 de octubre, una vez cumplida la mayoría de edad, 'conditio sine qua non' para evitar problemas legales y burocráticos en el caso de contrataciones internacionales con grandes desembolsos de por medio. El hijo del ex internacional egipcio Sayed Moawad, que tenía previsto desembarcar el próximo enero en el juvenil A de Dani Fragoso, desvelaba la pésima noticia en su perfil de Instagram.

El joven extremo, que iniciaba su desahogo con una cita del Corán ("Podéis odiar algo que es bueno para vosotros y podéis amar algo que es malo para vosotros; Alá sabe y vosotros no sabéis"), explicaba su próximo reto: "Dios da sus batallas más duras a sus soldados más fuertes. Alabado sea Dios siempre y para siempre. Estoy destinado a tener otra otra lesión de ACL por segunda vez en un corto tiempo, pero esta vez es diferente. Estoy muy satisfecho con el decreto de Dios, y gracias a Dios que es una prueba fácil que he experimentado antes, así que, si Dios quiere, voy a tratar con esto de una manera mejor y más rápida. Es hora de resetearse, restablecerse, reconstruirse y volver a centrarme en mi sueño. Es todo cuestión de tiempo y voy a volver al campo si Dios quiere para luchar de nuevo. He perdido un montón de veces, pero esta vez es sólo el comienzo y no ha terminado hasta que yo gane".

El Real Betis, que acordó el traspaso de Omar Sayed por unos 300.000 dólares fijos y varios tramos de incentivos según su rendimiento, deberá replantearse, si aún puede, qué hacer con esta operación, ya que un jugador que pasa por el quirófano dos veces en un año por el cruzado anterior, pese a que está todavía empezando, genera muchas dudas. Puede salir como Sergio Canales, que tiró de resiliencia para volverse, incluso, mejor que en sus inicios o, como le ocurrió a Nabil Fekir, que no volvió a ser nunca el mismo y ahora intenta disfrutar en una Liga menor como la de Abu Dhabi. Al menos, el egipcio parece haberse tomado la noticia sin estridencias y con un propósito claro de no perder el ánimo, aunque la desgracia le persigue.