Corría el verano de 1997 cuando el Real Betis Balompié rompió todos los esquemas haciéndose con los servicios de un joven brasileño de 20 años que jugaba en el Sao Paulo y que por aquel entonces deslumbraba al mundo entero por su habilidad con el balón y en el regate. El nombre de aquel chico no era otro que el de Denilson y Manuel Ruiz de Lopera, por entonces consejero delegado y propietario de la entidad bética, no dudó en desembolsar 5.300 millones de las antiguas pesetas, unos 31,5 millones de euros, que convirtieron a Denilson como el futbolista más caro de la historia de este momento.
"Hemos trabajado mucho para conseguirlo, pero ahora podemos dar una alegría a todos los seguidores del Betis, a quienes prometimos que tendríamos un gran equipo y poco a poco lo vamos consiguiendo", dijo Manuel Ruiz de Lopera tras hacerse con los servicios de Denilson, quien pudo acabar en la Lazio, que ofreció algo más de 30 millones de euros.
Con todo, Denilson no se enfundó la camiseta del Real Betis Balompié hasta 1998, por las cosas extrañas e inexplicables que hacía Manuel Ruiz de Lopera hacía durante su mandato en el Real Betis Balompié. Fue a finales de julio de 1998, el día 30, cuando Denilson se presentó en el estadio Benito Villamarín ante los medios de comunicación de la ciudad, acompañado del propio Manuel Ruiz de Lopera. Un momento lleno de felicidad que Denilson recordó a través de sus redes sociales con un mensaje en el que muestra el cariño que le guarda al Real Betis Balompié. "En la fecha de hoy de 1998 me presentaban en el Real Betis. Llegó un chico, lleno de sueños y metas, y por dentro me hice hombre y viví momentos inolvidables. Gracias al Betis por la oportunidad y por el cariño que siempre me tuviste. Lo que vivimos nunca lo olvidaré".
De eso hace ahora 24 años ya, mucho tiempo ya, pero Denilson no pierde la oportunidad de agradecer al Betis y a la ciudad de Sevilla todo lo que le dio.
Denilson trajo mucha felicidad al Real Betis, con quien logró una Copa del Rey y una clasificación para la UEFA Champions League, pero nunca cumplió las expectativas futbolísticas que había por su precio. El extremo jugó 184 partidos oficiales con el Real Betis Balompié, en los que marcó sólo 14 goles y dio cinco asistencias. Un escaso bagaje para un atacante que había sido fichado para marcar diferencias.