Llegó en 2018 a Heliópolis, donde ha tenido que lidiar con la competencia de Pau López (que aterrizó a la vez y también libre), Dani Martín, Claudio Bravo o Rui Silva. Y se marchó del Betis hace unas pocas semanas, con 78 partidos y 24 porterías a cero a sus espaldas, siendo, además, muy querido en el vestuario. Aportó, incluso como tercer portero en una 21/22 de apenas 300 minutos de premio en las primeras rondas de la Copa del Rey, carácter, jerarquía, compañerismo, experiencia y competitividad. Nadie tiene una mala palabra de Joel Robles en la casa verdiblanca. En su despedida, confesaba haberse marchado siendo bético y con una hermosa familia, no ya literalmente (junto a su esposa Mónica y sus tres hijas sevillanas, Chloe, Alma y Roma), sino también en lo que a la afición se refiere.
La prioridad de getafense era seguir en LaLiga, aunque ya sonó para el Rennes el curso pasado, cuando apostó por cumplir su contrato pese a la llegada de otro guardameta para acompañar al chileno. Elche y Osasuna valoraron su contratación, si bien el mercado en su demarcación, generalmente complicado, se ha movido bastante y no con buenos resultados para él. Después de mucho madurarlo, todo hace indicar que, a sus 32 años, una edad magnífica (cada vez más) para el deportista profesional, va a volver sobre sus pasos cuatro años atrás para explorar de nuevo una parte de su carrera que recuerda con cariño. Al igual que sucede con esa parte de Europa que le abrió las puertas el doble de tiempo antes.
Formado en las categorías inferiores del Atlético de Madrid, tras un breve paso por el Leganés, Joel jugó a préstamo en el Rayo Vallecano antes de que los colchoneros lo mandaran al Wigan en la segunda mitad de la 12/13. Y allí se quedaría ya cinco años más, porque el Everton se fijó en sus condiciones. Se marchó, como ahora, tras apurar su vinculación en dirección al Betis, al tiempo que se prepara para hacer el camino opuesto. Se le espera la semana que viene en Leeds, según avanza el 'Yorkshire Evening Post', para fichar por el otrora club de Marcelo Bielsa, ahora adiestrado por Jesse Marsch, y que cuenta con una legión de españoles ya: Diego Llorente, Junior Firpo, Marc Roca y Rodrigo Moreno. También en el cuerpo técnico, porque Marcos Abad, preparador de porteros, parece haber sido clave en su contratación.
"Tenemos razones para apostar por un portero más veterano", confesaba recientemente el míster estadounidense, ya que el francés Meslier tiene 22 años y el noruego Klaesson, 21. Ahora, el getafense Joel Robles aportará su bagaje, con la coartada también de la lesión de tobillo del nórdico, que, incluso, podría acelerar su estreno, aunque sea desde el banquillo, en la primera jornada de la Premier 22/23: este sábado, a las 16:00 horas, frente a los Wolves.