Decisión unánime con Ez Abde y el riesgo que supone para el Betis

El club verdiblanco, con el respaldo de Pellegrini, ha trazado un plan de cara a verano con el marroquí que conlleva el peligro de perder dinero

Decisión unánime con Ez Abde y el riesgo que supone para el Betis
Abde no está respondiendo a las expectativas en el Betis. - CORDON PRESS
Álvaro PalomoÁlvaro Palomo 4 min lectura

El fichaje de Ez Abde el pasado verano despertó una gran ilusión en el Betis después de sus excelentes prestaciones en Osasuna, donde recuperó la versión más desequilibrante con la que enamoró cuando irrumpió en el Barcelona. Los heliopolitanos se adelantaron a otros clubes y se hicieron con los servicios del marroquí por 7,5 millones de euros en lo que se consideró una apuesta considerable con el fin de dotar de más desborde al costado zurdo con la esperanza de que, a sus 21 años, acabara de romper en el Benito Villamarín.

En cambio, Abde no ha respondido a las expectativas en el Benito Villamarín y ha ido perdiendo protagonismo con el transcurso de la temporada, hasta el punto de ni siquiera ser considerado por Pellegrini como un revulsivo en el último mes de competición. Y no ha sido por falta de minutos, porque, aunque en LaLiga ha sido titular solo en cinco partidos, sí que partió de inicio en siete encuentros en Europa más dos en Copa, para completar un total de 1.383 repartidos en 30 duelos.

Sin embargo, su aportación se ha limitado a fogonazos puntuales y a contadas actuaciones en las que sí ha cambiado el ritmo ofensivo del equipo con su desequilibrio y atrevimiento, como se refleja en que su aportación concreta se reduce a cinco tantos, tres de ellos en la Copa del Rey, uno en liga y otro en Europa y que no ha servido ninguna asistencia.

Su situación se ha agravado en el mes de marzo, en el que prácticamente ha desaparecido de los planes de Pellegrini, pues solo ha disputado 11 minutos en cuatro partidos: uno ante el Atlético de Madrid, dos ante el Villarreal y ocho contra el Rayo, mientras que contra el Girona se quedó en el banquillo y fue el protagonista de un extraño capítulo que complica más si cabe su tesitura en Heliópolis.

Y es que Pellegrini lo eligió como sustituto del lesionado Chimy en Montilivi, pero el marroquí tardó demasiado en preparase y finalmente el cuerpo técnico se decantó a última hora por Rodri, más raudo que el marroquí, que ha dejado de entrar en los planes de la selección absoluta de su país y ha pasado a la Sub 23.

Ha sido la gota que ha colmado el vaso y en la planta noble ya se ha tomado una decisión unánime de cara al verano. El futbolista no ha rendido como se esperaba y la intención es colocarlo en el mercado solo un año después de su fichaje con el respaldo de Pellegrini, que ya no confía en demasía en las prestaciones del extremo.

La pretensión del Betis es, como mínimo, recuperar lo invertido, 7,5 millones de euros, e incluso obtener una ligera plusvalía con su venta, lo que, sin embargo, resultará harto complicado, porque, aunque el futbolista aún tiene cartel, el Barcelona se reservó en el acuerdo el 50% de una futura venta, por lo que los verdiblancos deberían de traspasarlo por más de 15 millones para amortizar su incorporación y gozar de opciones de sacar algún rédito. Una encrucijada que podría llevar al Betis a perder dinero en esa operación.