De decidir retirarse, a acabar la 21/22 levantando un título como capitán del Real Betis y renovar por un año más, a punto de cumplir los 41 años. Joaquín Sánchez pasó por un tobogán de sensaciones el pasado curso. No contaba demasiado, tenía miedo de no aportar y, sobre todo, de no disfrutar y estuvo a punto de anunciar que colgaba las botas. No lo hizo porque varios allegados le convencieron de que esperase hasta verano. Y menos mal. Ahora, exhibe ganas, motivación y fuerza para seguir hasta 2023... cómo mínimo. Se siente importante, querido y disfruta "en el mejor Betis de la historia" mientras no para de devorar todo récord que su cruza en su legendario camino.
"¿Quién me lo iba a decir? La verdad es que, cuando uno empieza en esto, no se imagina que va a estar hasta los 41 años. Estoy a 22 partidos de coger a Zubizarreta. Tú sabes que yo no juego con los números, juego por estar feliz, porque cuando lo deje lo voy a echar mucho de menos. Ahora, si luego consigo ser el fútbolista con más partidos en la historia de Primera división, pues será un premio importante. Pero lo que realmente importa para mí es poder seguir disfrutando de esto", reflexiona sobre el enésimo récord el capitán del Betis, quien admite que hubo un tramo en la temporada en la que pensó que era el final.
Luego, a su juicio, la situación remontó y acabó con "casi 30 partidos, que son números importantes para esta etapa de mi carrera". "Al principio jugué más de titular en la Europa League que en LaLiga, pero luego en la segunda vuelta sí empecé a participar más, y ahí es donde intentaba coger algo de protagonismo. En la primera vuelta, donde tengo menos participación sobre todo en liga, me rondaba en la cabeza que iba a ser mi último año. No lo tenía cien por cien decidido, pero sí veía que podía ser mi última temporada", reconoce.
"Durante la primera vuelta se me pasó muchas veces por la cabeza y varias veces estuve a punto de anunciar que me retiraba del fútbol, pero al final aguanté el tirón y en la segunda vuelta tuve más protagonismo, me sentí más importante y mira cómo terminamos. Fue sobre todo siendo revulsivo, que nunca me ha gustado esa palabra. Pero ahí, en las segunda partes, el míster contaba más conmigo. Me encontraba feliz y decidí tirar hacia delante", expone.
¿Quién me iba a decir que íbamos a terminar como terminamos?", añade Joaquín sobre el volantazo que dio sobre la marcha en su decisión de retirarse tras una temporada en la que, además, pudo levantar su primer título con el Betis. Eso fue el motivo definitivo para animarse a seguir un año más. La pregunta obligada, ya que su risa no lo dejaba del todo claro en el vídeo del anuncio de su ampliación, es: ¿Seguro que es el último?
Joaquín asegura que este será su último año en el Betis... Otra cosa es lo que piense en mayo de 2023, porque se ríe otra vez y admite que "da miedo asegurar nada". "En mi cabeza está que este año sea el último, creo que ya está bien. Es verdad que, después, cuando hablo con mucha gente y comparto opiniones con exfutbolistas, ello me dicen, '¿Pero tú estás bien? ¿Te duele algo? Pues entonces tira, tira, porque el día que lo dejes...'. Otra cosa sería que tienes dolores, que no puedes, que te levantas desganado... Ésa sería la señal para saber que hay que decir que ya se acabó, pero me dicen que se me ve feliz, que soy importante en el vestuario y que el míster tira de mí. Todo eso se nota", expuso.
En esta decisión de continuar, Joaquín asegura que ha tenido un papel esencial el entrenador, Manuel Pellegrini, a quien conoce bien desde que coincidieron en el Málaga y que está sabiendo exprimir cada gota de este inagotable talento del portuense. Por momentos no estaba contento con su rol en este Betis, pero valora poder mantener un diálogo sincero con un técnico muy cercano.
"He tenido varias charlas con él, porque yo no me sentía a gusto, porque yo le decía que creía que estaba para algo más, sobre todo en LaLiga. Él siempre me daba sus argumentos y yo le decía cuáles eran los míos, pero siempre en una charla y en diálogo. Él sabe cómo soy yo y yo sé cómo es él", explicaba sobre su relación con el chileno, a quien además de comprensivo lo tiene por una persona con sentido de la justicia: "Al final, con el esfuerzo acabé teniendo mi recompensa".
A nivel colectivo, Joaquín imagina este último año "bonito pero exigente". "Ya lo vimos el año pasado, sabíamos que si lográbamos estar a la altura iba a ser bonito. Ganar un título ha sido lo más impotante, lo hemos soñado muchas veces y ya era hora. Es nuestro momento. Lo saben los béticos y lo sabemos nosotros. Y esto es muy bonito pero también muy exigente. Son tres competiciones, sabiendo que ya el nombre del Betis suena entre los favoritos".
En este sentido, en la evidente recuperación de estatus del Betis reside ahora una responsabilidad y una exigencias enormes, pero el capitán recuerda que justo para eso habían trabajado tanto tiempo: "Esto nos lo hemos ganado a pulso nosotros. Competimos para cada año crecer y esa exigencia tiene que existir. Tiene que ser así. Nos hemos ganado el estatus de poder estar entre los cinco primeros y ahora hay que mantenerse ahí. Y de ahí para arriba".
Es más, Joaquín le da a este Betis un lugar más que destacado en la historia: "Este equipo va solo y sabe cómo tiene que competir. Son dos años con Manuel y estamos preparados. Para lo que se nos exige, y con matices de cada época, yo creo que es el mejor Betis de la historia. En plantilla y en momento de forma es de los más bonitos que yo he nacido en el Betis".