Al final del partido contra el Rayo, que terminó con 1-1 en el Benito Villamarín, el vestuario verdiblanco coincidía en el problema que lastra al Betis y que ayer impidió que sumara los tres puntos en la despedida a 2024.
Y es que los heliopolitanos evidenciaron nuevamente una falta de pegada preocupante al desperdiciar el elevado número de ocasiones generadas, en la mayoría, por la magia de Isco y de Lo Celso. "Faltó puntería en el último tercio. Dispusimos de ocasiones que no supimos aprovechar", lamentó el rosarino, respaldado por Isco y también por Pellegrini, que no escondió el déficit bético: "Hubo tres o cuatro mano a mano que no supimos materializar. Es la tónica de este año. Las oportunidades hay que concretarlas".
Una ausencia de pegada que se refleja en el dato dramático que revelan las estadísticas avanzadas ofrecidas por la empresa especializada Olocip, que sitúan al Betis como el equipo peor finalizador de LaLiga, a tenor del enorme descuadre entre los llamados "goles esperados" y los que reamente ha anotado.
En este sentido, como se aprecia en las gráficas expuestas en esta información, el Betis presenta un valor de -8,37, lo que se traduce en que, según el número de tiros, debería llevar nueve goles más de los que muestra su casillero y que le habrían servido para sumar más puntos de los actuales y estar metido de lleno en puestos europeos.
Ya la campaña pasada firmó registros muy discretos con una finalización de -3,02, la sexta peor cifra de Primera a pesar de que se clasificó para Europa y de ser el tercer conjunto con más tiros con un total de 447. No obstante, este curso ha empeorado sensiblemente, con un dato finalizador de -8.37, muy lejos del Getafe, el segundo con más problemas en la definición, con alrededor de -4.
A nivel individual, como se puede apreciar en la gráfica de abajo, Ez Abde, el jugador más desequilibrante sobre el césped, es curiosamente el que más penaliza al equipo en este apartado, con una finalización en agregado de -4,42 con un total de 40 disparos. Es decir, que las estadísticas marcan que debería haber anotado cuatro goles más de lo que ha anotado en LaLiga. Eso es lo que debería llevar más de 4 goles más de los que lleva en el campeonato liguero, mientras que en el resto de competiciones ha marcado cuatro.
Un grave problema que preocupa sobremanera en el Benito Villamarín y que podría tratar de minimizar en el mercado de enero con la llegada de refuerzos para el ataque.