Cuando Abde ya pensaba en marcharse...

El extremo marroquí ha pasado de la decepción de su primera temporada en el Real Betis, a convertirse en pieza fija en el once de Pellegrini y firmar una renovación de su contrato. Cuando más dudas hay, con más fuerzas revierte la situación

Cuando Abde ya pensaba en marcharse...
Ez Abde ha pasado de decepcionar - Cordon Press
Aitor TorviscoAitor Torvisco 5 min lectura

No cabe duda de que el recién renovado Ez Abde tiene un talento especial. Se ve desde aquella hilarante entrevista en zona mixta cuando Xavi Hernández le hizo debutar con el primer equipo del FC Barcelona, hace ya tres temporadas. "Me dice que encare y, claro, 'po' yo encaro". Sólo tiene 22 años, pero ya lleva tiempo demostrando que tiene personalidad para saber afrontar la situación cuando la cosa viene torcida. Es más, el extremo marroquí admite que a veces le asaltan las dudas, como a cualquier ser humano; pero en su caso sale siempre acaba resurgiendo más fuerte después de cada 'mini-crisis' personal. En Heliópolis le ha vuelto a pasar. Cada vez que le ronda por su cabeza el impulso de hacer la maleta y marcharse, no es más que la antesala de su mejor versión. Así que el Real Betis ya sabe lo que se avecina: viene el mejor Abde.

La primera vez que el joven futbolista norteafricano estuvo a punto de dejarlo todo tenía 16 años. "Llegué a la cantera del Hércules CF, pero dudaba de mí mismo. Me pasé dos o tres meses sin jugar ni un minuto y pensé muchas veces en tirar la toalla; pero tenía a mi alrededor a mucha gente que me decía que tenía que ser fuerte mentalmente y entrenar mucho más duro hasta lograr lo que quería". Y en esas, llegó la llamada de Ramón Planes, en ese momento secretario técnico del Barça, y su fichaje por el filial culé. Sólo tres meses después había debutado con el primer equipo azulgrana, al año de su estreno en Primera división celebró un histórico cuarto puesto con Marruecos en el Mundial de Qatar 2022 y el pasado verano se colgó la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de París 2024.

El mismo que le abrió la puerta cuando meditaba dejar el fútbol, Ramón Planes, volvió a aparecer en su vida dos años después para ficharle por segunda vez. El desequilibrante extremo de Beni Melal ilusionó a todo el beticismo con su llegada en los últimos minutos del mercado estival de 2023. Su llegada procedente del Barça, a cambio de siete millones de euros por el 50 por ciento de su pase -hay cláusula de recompra por 25 kilos hasta 2025-, sonaba a ganga viendo su excelsa temporada 22/23 como cedido en CA Osasuna, así como su juventud y proyección. Sin embargo, su primer curso con las trece barras fue bastante desilusionante. Apenas jugó de titular y, en los 38 partidos que jugó entre todas las competiciones sólo marcó cinco tantos y no dio asistencia alguna.

De nuevo, se abrían tiempos para más debates internos y rumores de posible salida si llegaba una oferta convicente. Nada de eso. Tras cada momento de duda sale el mejor Abde, quien ha sabido aprovechar el traspaso de Ayoze Pérez al Villarreal CF, la larga lesión de Isco Alarcón y la escasa participación de Juanmi Jiménez o el Chimy Ávila para arrebatar de la mano del siempre exigente Manuel Pellegrini una camiseta de titular. Olvidado aquel surrealista penalti ante el RCD Espanyol, el marroquí se ha reivindicado con creces. En sólo dos meses y medio de temporada, ya mejora las cifras de todo el curso pasado: suma un gol menos, cuatro, pero ha dado dos asistencias. La inesperada noticia de la renovación de su contrato hasta 2029 es un enésimo mensaje al mundo. Este chico no se rinde. Ha decidido triunfar en el Betis y está en ello.