Renovado hace dos Navidades hasta el 30 de junio de 2025, tanto el Real Betis como Manuel Pellegrini están contentos con la otra parte, por lo que el escenario más lógico sería que ambas siguieran unidas, al menos, los dos años y pico acordados. Antes al contrario, ESTADIO Deportivo ha podido confirmar de fuentes más que solventes que, si todo sigue por el mismo (exitoso) camino desde que el chileno arribara a Heliópolis en el verano de 2020, la intención de la directiva comandada por Ángel Haro sería revisar e intentar ampliar el vínculo por otro par de campañas antes de que expire la próxima, que sería la penúltima. Será ya ésa una encomienda para el nuevo director deportivo, bien Ramón Planes u otro, teniendo en cuenta que los puentes tendidos con Antonio Cordón desde la época juntos en el Villarreal no existirán.
El crédito del de Santiago es inmenso en La Palmera, más allá de quien participe con él en las siguientes planificaciones. Su rendimiento, su capacidad para extraer a la plantilla su mejor versión, su liderazgo, su personalidad, su experiencia y su amplio predicamento entre la afición le aseguran prácticamente un puesto prácticamente hasta que lo desee. Encima, el 'Ingeniero' ya ha dejado claro que no es de los que deja tirados a un club para marcharse a otro que le pague más (¿Emery?), sino que aboga por cumplir sus compromisos. Por tanto, pese a la insistencia desde la Premier, no habría que temer una 'fuga'. Everton, Tottenham y, según ciertas fuentes, hasta el Chelsea tendrían apuntado el nombre de un míster que ya brilló a las órdenes del Manchester City y que no tuvo tanta suerte al frente del West Ham. Se trate del club que se trate, con dinero no podría competir el Betis.
Sin embargo, desde el entorno de Pellegrini transmiten que seguirá, como poco, hasta 2025, sin posibilidad de que la tentación que también sufren muchos futbolistas haga mella en él. Y en la planta noble del Benito Villamarín creen haber hecho el trabajo correcto para blindarle... y sin que el interesado lo pida. Y no sólo por su cláusula de rescisión, que ya pagó en 2009 el Real Madrid para sacarlo de tierras castellonenses, sino porque sus emolumentos se revisaron recientemente para que tanto él como su equipo se sintiesen tan valorados por el club como queridos por todos. Las cantidades fluctúan según la fuente: no menos de 4,5 millones de dólares (a su llegada) y hasta 6,5 ahora por su libertad, entre 5,7 y 7 kilos (brutos, claro) de salario para el cuerpo técnico. Es el gran artífice de los éxitos recientes del Betis y, como tal, debe ser recompensado. Si, con ello, se tapa los oídos a los 'cantos de sirena', miel sobre hojuelas.