La condición que le puso Rodri al Betis y su pesadilla con el Real Madrid

En una entrevista personal, el extremeño se reivindica como canterano y relata sus duros comienzos en el fútbol, con "percances en la carretera", hasta que llegó el club verdiblanco y aceptó su condición

La condición que le puso Rodri al Betis y su pesadilla con el Real Madrid
Rodri relata sus difíciles comienzos y se reivindica como canterano. - CORDON PRESS
Álvaro PalomoÁlvaro Palomo 4 min lectura

El futuro de Rodri Sánchez en el Betis se encuentra en el aire a día de hoy, pues no ha disfrutado de demasiado protagonismo este curso a las órdenes de Pellegrini y la intención de la dirección deportiva verdiblanca es hacer caja con su traspaso si llega una oferta interesante. Ya se pudo ir en enero, ante el interés de equipos como la Fiorentina, pero finalmente el propio técnico chileno frenó su salida.

Una situación que sobrellevó con tranquilidad el extremeño, consciente de su condición de canterno y acostumbrado a vivir circunstancias difíciles en el mundo del fútbol desde que inició su andadura de niño. "Somos canteranos, no tenemos tanto nombre, tenemos que tener paciencia, no perder la calma. Tienes que estar ahí y seguir manteniéndote", señaló el mediapunta en una entrevista concedida a Miguel Ángel Moya para El Tercer Tiempo de Movistar, en la que explica sus difíciles comienzos y los riesgos que asumieron él y su familia con continuos viajes en carretera cuando le reclutó el Real Madrid.

"Tenía ese potencial que veían para salir de los pueblos de Extremadura, donde hay poco fútbol y poco nivel. Hice una prueba en Valdebebas y les gusté. Hice la pretemporada con el Alevín A y hasta ahí todo normal, pero se reúnen conmigo y con mi padre, y nos dicen que no nos ven preparados para jugar con ese equipo", contó Rodri, al que le ofrecieron jugar en el Canillas madrileño para tenerle vigilado: "Es un poco como un convenio, como el Betis y el Calavera. Me pasé el año allí, querían tenerme controlado. Fue un año entero viajando cuatro días en semana, dos horas de ida y dos horas de vuelta".

Una tortura de viajes que derivaron en percances en la carretera y en una pérdida de la ilusión. "Decidimos que había muchos riesgos con tanto viaje, tuvimos percances en la carretera y era cuestión de estadística. Decidimos irnos a lo seguro", explicó el de Talayuela, que añadió: "Desilusionado de tanta carretera, tanta residencia... decidí reengancharme al fútbol, vivir lo de cualquier niño, bajar a la plaza, estar con mis amigos, comer chucherías... Nos creemos que somos máquinas y somos niños".

Entonces entró en escena el Betis, que ya había preguntado por vez en algunas ocasiones, y Rodri le puso una condición para enrolarse en la cantera verdiblanca: "Les dije que no me sentía preparado, que si me querían tenía que ser el año siguiente. Además, les puse la condición de que, a pesar de que todo va por residencias, mi madre tenía que venir conmigo. Lo aceptaron y me llamaron en junio".

Fue justo ahí cuando le cambió su vida futbolística y lo llevó hasta lucir el dorsal de su ídolo, el 17 de Joaquín: "En pretemporada hablé con Joaquín. Para mí es un orgullo y para el club significa mucho que lo lleve un canterano".