Antonio José Medina3 min lecturaPocos pensaban que, cuando llegó hace tres veranos con 37 años, Claudio Bravo aún seguiría en 2024 jugando en la elite mundial. Pero el portero chileno ha demostrado su solvencia cada vez que ha tenido oportunidad y a eso ha añadido su veteranía y su influencia en un grupo muy unido que ha enlazado tres clasificaciones europeas por primera vez en la historia.
Manuel Pellegrini pidió a mediados de curso su continuidad. El propio portero no tenía duda de que quería continuar. Y así se llegó al entendimiento que le tendrá en Heliópolis una campaña más, como poco...
"Va a ser mi cuarta temporada aquí. Estoy feliz. Vine al principio por dos y mire lo que son las cosas...", señalaba Bravo a los medios del club, donde dejaba claras cuáles eran las claves de esa longevidad: "El trabajo, el esfuerzo, la dedicación que va consiguiendo uno con los partidos, los entrenamientos y el tiempo de permanecer activo. Aparte de eso, a mí me genera una felicidad enorme poder aportar al club", añadía.
El capitán de la selección chilena, una vez explicado su ausencia en la última convocatoria y de haber disfrutado de unas vacaciones en Oriente Medio y en Chile, admitía que ha regresado con las pilas cargadas. "Volver a trabajo es positivo porque, incluso estando de vacaciones, se echa de menos", reconocía, al tiempo que señalaba la ilusión con la que se ha encontrado, otro año más, al grupo. "Llego con la misma ilusión de todas las temporadas, ya dejando atrás el periodo de vacaciones. Es un día de alegría cuando te reencuentras con los compañeros", asegura Claudio Bravo.
Esa ilusión se tiene que transformar ahora en el campo, donde el Betis está obligado a pelear de nuevo por acabar entre los seis primeros del campeonato. "Con el listón alto otra temporada más. El Betis no tiene que bajar de lo que ha hecho los últimos años", afirmaba.
Tras la retirada de Joaquín Sánchez a final de temporada, este año será el turno de Claudio Bravo y del nuevo primer capitán, Andrés Guardado, de liderar el grupo. El portero chileno está acostumbrado a ello, ya que tiene experiencia sobrada y carisma. Y también influencia, como ha reconocido el propio Rui Silva en muchas ocasiones, cuando ha hablado de la importancia que ha tenido su compañero en su mejoría continua.