Muchos clubes y ayuntamientos sevillanos, de toda España en realidad, tiemblan literalmente ante la aprobación de una normativa europea que pretende erradicar el césped artificial de los campos de fútbol por estar la mayoría implantado sobre una capa de caucho que genera la mayor emisión detectada de microplásticos al medio ambiente. Las primeras informaciones resultaban dramáticas para quienes todavía están pagando a plazos instalaciones con fondos precisamente continentales, aunque las matizaciones posteriores aclaraban que no se iban a eliminar los ya existentes, sino prohibir que se construyan nuevos a partir de 2030 con el mismo sistema e instar, seguramente con más subvenciones, al reemplazo de ese derivado del látex por otro sustrato biodegradable, como el corcho, que exige un mantenimiento más frecuente y, por ende, mayor gasto, amén de que debe ser 'actualizado' antes.
El Real Betis, gracias al fomento a través de la Fundación RBB de la plataforma en pro de la sostenibilidad 'Forever Green', se ha adelantado a la situación y, como desvelan los compañeros de 'Alfinaldelapalmera.com', cumple ya con esa reglamentación, por lo que los nueve campos sintéticos de la Ciudad Deportiva Rafael Gordillo no tendrán que realizar ajustes ni sustituciones. Explica la página de 'ABC' que en Heliópolis han sido previsores con el recinto de Entrenúcleos, que se rige por estrictas fórmulas no contaminantes y diseño bioclimático como control solar, ventilación natural, reutilización del agua, energías alternativas, integración paisajística, fomento del reciclaje, códigos QR en los accesos para evitar el uso de papel y un sistema de movilidad limpia por el interior (tanto peatonal como con vehículos eléctricos).
Volviendo a la superficie de entrenamiento y juego en sí, el Betis ha construido los nueve campos de la nueva casa de su cantera sobre corcho, un material totalmente biodegradable y que cumple los estándares tanto de la FIFA como de la Unión Europea, los segundos para luchar, como ya se ha explicado, con el continuo trasvase de plástico a la atmósfera. La institución verdiblanca, premiada nacional e internacionalmente por su compromiso con el medio ambiente, se ha propuesto también reducir al máximo y, de ser posible, borrar totalmente la huella de carbono en sus emisiones. Con el nuevo material, un tejido vegetal derivado del alcornoque, se conseguirá una mayor similitud con la hierba natural, con una temperatura menor del terreno cuando absorbe los rayos del sol, circunstancia que beneficia en todos los sentidos, aunque los jardineros tendrán que extremar su riego y cuidado, amén de que exigirá una 'resiembra' relativamente temprana.