Álvaro Palomo3 min lecturaEl centrocampista Rober González se erigió en su momento en una de las principales promesas de la cantera verdiblanca y llegó a disputar once partidos con el primer equipo, en el que debutó el 14 de agosto de 2021 en un partido contra el Mallorca.
Ya antes de su estreno, el verano de 2020, el medio salió cedido a Las Palmas con la intención de que contara con minutos para continuar con su progresión. Cuando volvió se quedó en la primera plantilla, pero no terminó de cuajar y en enero puso de rumbo de nuevo al Gran Canaria.
Su siguiente destino, también a préstamo, fue el Alavés, en el mercado de 2022, con el que logró el ascenso, y, a su vuelta, el Betis tomó la decisión de renovarle por un año más, hasta 2025, para abrirle de nuevo la puerta. De ese modo, el extremeño inició su primera aventura en el extranjero al firmar como cedido con opción a compra con el Nec Nijmegen neerlandés, con el deseo de ganar en experiencia y de continuar con su progresión a sus 23 años. Aunque es cierto que su carta de despedida sonó a un adiós definitivo, lo cierto es que el próximo verano regresa al Benito Villamarín con un año de vinculación por delante.
Así las cosas, en Heliópolis esperaban que se revalorizara en la Eredivisie, pero este préstamo no está respondiendo a las expectativas, pues, al contrario de lo esperado, el protagonismo de Rober ha ido descendiendo de forma progresiva, hasta el extremo de acabar prácticamente sumido en el ostracismo.
No en vano, comenzó con buen pie, pues no tardó demasiado en hacerse con la titularidad en la competición liguera, más concretamente cuatro jornadas, justo después de haber marcado en la tercera, y la mantuvo hasta la décima semana de competición, pero, a partir de ahí, comenzó un declive notorio. No en vano, empezó a desaparecer de los planes de Rogier Meijer, hasta el punto que, desde entonces, solo ha sido titular en un partido más, decayendo considerablemente su participación.
De hecho, en los tres últimos encuentros solo ha disputado 11 minutos, quedándose en el banquillo hace dos jornadas contra el Go Ahead Eagles, y disputando un solo minuto ayer sábado contra el Heracles Almelo. Ni siquiera le dieron la oportunidad en octavos de Copa, pues entró en el campo a falta de cinco minutos.
Esta situación preocupa en las oficinas del Benito Villamarín, donde, obviamente, siguen de cerca las evoluciones de Rober, pues, a menos que logre revertir su actual tesitura en lo que resta de curso, no se revalorizará y difícilmente el club neerlandés ejecutará la opción de compra.