Ceballos y el Betis: 'reconciliación' en entredicho tras un 'divorcio' traumático

Es bético y no lo oculta, aunque haya vestido en el último lustro las camisetas del Real Madrid y el Arsenal. Tampoco solapa su deseo de volver a vestir la verdiblanca. Antes de cada derbi, sus redes sociales se llenan de alusiones directas e indirectas hacia el club de sus amores, que no duda en presenciar en directo en cuanto se alinean los astros y no le coincide con una obligación laboral. Tampoco es que vaya de incógnito. Compartió palco privado con Sergio Canales durante algún encuentro de LaLiga y grada con Dani Pérez en la final de la Copa del Rey del pasado 23-A en La Cartuja. Para algunos, un 'cantazo' que le ha valido más de una crítica en redes sociales por parte de aficionados merengues. Para otros, el enésimo puente que ha tendido hacia Heliópolis, de donde se fue porque quiso, pero no como quiso. Allá por 2017, la entidad blanca obró mejor, con más tacto al menos, engordando el saco de un Betis que, a raíz de aquella 'fuga', cambió su contrato estándar para los canteranos que debutan con el primer equipo.

La historia de Dani Ceballos y la institución de La Palmera tiene todos los ingredientes para inferir que aquel capítulo fue el final de una temporada, pero no de la serie. Al principio, la directiva presidida por Ángel Haro entendió su gesto como un menosprecio. Otro igual como Fabián sí se esperó a renovar y ser blindado para dejar casi el doble, 30 millones de euros, mientras que el utrerano se fue por la mitad, habiendo el Madrid de mejorar la propuesta (los 15 kilos de la cláusula, asumir todas las comisiones e incluir el pase de Narváez) para que su digestión fuera menos molesta. Sin embargo, el nombre del mediocampista diestro fue casi 'non grato' en el Benito Villamarín, donde, pese a pedir perdón y no levantar la voz, recibió silbidos y pitos. Tuvo, incluso, la 'mala' suerte de marcar contra sus ex, alimentando un recelo que llega hasta la actualidad.

Años más tarde, tras su ruptura con Bahía Internacional, su entonces empresa de representación cargó con las culpas. La directora general y primera mujer en España en obtener la titulación de agente Fifa, Margarita Garay, responsable directa del utrerano, y su mano derecha, Gustavo Cañizares, siguieron haciendo amigos en la capital hispalense, pues no los recuerdan con agrado tampoco en Nervión por la jugarreta con Vitolo. Asesorado ahora por un familiar directo y un abogado que defiende a varios 'pesos pesados' del vestuario madridista, Ceballos ha aprovechado para acercarse al Betis, con el que ha llegado a tener cierto entendimiento, aunque la maldición pesa sobre el regreso del 'hijo pródigo'. Las estrecheces económicas, la lesión de Sabaly y la prioritaria contratación de Bellerín frustraron su aterrizaje hace dos veranos, cuando una inoportuna lesión durante los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020, celebrados en 2021, evitaron cualquier tipo de acuerdo, verbal o preliminar en cualquier caso.

En La Palmera siguieron atados de manos en las dos últimas ventanas, cuando no cuadraba que las dos entidades hubieran pactado un traspaso por cantidades similares a las de 2017, por lo que todo apuntaba al verano de 2023, con Dani llegando al final de su vinculación con el vigente campeón de la Champions League. Su renovación está descartada, por lo que ya sólo dependería de la voluntad de las otras dos partes. Varias fuentes dan por hecho que habrá 'fumata verdiblanca' y que hasta las condiciones están pactadas (contrato de larga duración, sueldo asumible por los hispalenses, prima de fichaje inexistente o diluida en 4-5 temporadas...), pero las últimas informaciones apuntan en sentido opuesto. Los contactos se habrían enfriado, llegando a la conclusión el mediocentro que no hay tanto interés por repatriarlo. Además, otros equipos, sobre todo de la Serie A, han llamado a su puerta. Su idea es esperar al Betis, aunque demanda cierto gesto de reciprocidad.

Aparte de sus emolumentos, que siguen siendo altos pese a la rebaja, en la planta noble del Benito Villamarín desean esperar a las posibles salidas en esa demarcación de los Guardado, Camarasa, William Carvalho, Paul y/o Guido Rodríguez. A Manuel Pellegrini, además, tampoco le entusiasma el utrerano, al que considera un buen futbolista, pero nadie por el que volverse locos en cuanto a dispendios. El 'divorcio' de hace cinco años y medio cada vez pesa menos, si bien habría gafado una reconciliación que fuentes de la negociación ven a finales de 2022 mucho más complicada que unos meses atrás. Por supuesto, nada está decidido en un sentido u otro. Se retomarán las conversaciones y se replantearán ciertas cuestiones que, poco a poco, sí han dinamitado un camino recto, el puente aéreo Madrid-Sevilla por el que se adivinan nubarrones.