Esta semana podríamos estar hablando del regreso de Sergio Canales al once inicial del Real Betis y de la importancia de su vuelta por la grave lesión sufrida por Nabil Fekir tras el partido ante el Elche. Aunque siempre nos habría parecido injusta una sanción de cuatro partidos por unas palabras fuera del campo que, además, no siempre se han castigado de la misma forma -de hecho, pocas veces se castigan-, el mal habría sido menor, ya que el futbolista cántabro se lesionó durante el partido en el que llegaron esas declaraciones, ante el Valladolid, y se perdió las dos siguientes semanas de competición.
Aunque el Betis baraja varias opciones para el recurso, incluido un error en la dicción, hay pocas esperanzas, viendo el principal antecedente, de que le retiren la sanción. Gayá fue sancionado con cuatro partidos por decir que al Valencia no le habían pitado un "penalti clarísimo", que "el árbitro ha visto y no ha querido pitarlo".
El enfado del beticismo, como el del valencianismo en su día, está más que justificado porque ve que otros (técnicos y jugadores) han hecho declaraciones similares y no sólo no han recibido ningún castigo sino que ni siquiera se les ha abierto expediente disciplinario.
Pero más aún cuando conoce otros datos que les obligan a pensar mal. Éste será el tercer partido consecutivo que Canales se pierde ante el Atlético. El de la primera vuelta fue como consecuencia de la roja que Mateu Lahoz le señaló en Cádiz y que, según trascendió posteriormente cuando se supo lo que ocurrió, fue un completo abuso de autoridad por parte del colegiado valenciano. Respaldado por el Comité de Árbitros o, al menos, por Medina Cantalejo.
Y ahora, en otro encuentro clave para ver qué equipos juegan la Champions la próxima temporada, Competición vuelve a dejar al Betis sin su principal referente. Canales no estará para el tramo principal de la temporada, cuando su equipo se jugará su futuro. Y, por si fuera poco, el comité arbitral anuncia en el VAR para este Atlético-Betis a... Mateu Lahoz.
Las decisiones de estos comités, dependientes de la RFEF, alimentan la teoría conspiratoria tan esgrimida por los aficionados béticos de que el Betis "no interesa en Champions". Y, el hecho de que el expediente de Canales se cierre mes y medio después de las palabras del jugador y justo antes de vérselas con el Atlético, hacen sospechar que, si Canales creyó que la expulsión de Cádiz fue "premeditada", la sanción que le ha caído también lo ha sido.