Óscar Murillo5 min lecturaSe llama Ignacio de Arruabarrena, tiene 27 años y queda libre este verano, lo que multiplica el número de pretendientes por este cancerbero que saltó a la fama el curso pasado en el Arouca por su habilidad para detener penaltis. No en vano, atajó cuatro de los nueve que le tiraron, colaborando activamente (sólo 34 goles encajados en 32 partidos, con 14 porterías a cero) en la gran temporada del club de Aveiro, que terminó quinto en la Primeira Liga y se clasificó para la última ronda previa de la Conference League, siendo eliminado por el Brann noruego. Sus números en la 23/24 no han sido tan espectaculares (44 en 33, con cinco 'clean sheets'), aunque el de Montevideo, de 1,85, ha vuelto a ser fijo para su entrenador, Daniel Sousa, que ha sucumbido a las presiones de la directiva y lleva dos jornadas sin convocarle, pues, lógicamente, se niega a renovar.
Y eso que los 'arouquenses', séptimos a tres puntos del sexto a falta de dos jornadas, se juegan repetir el éxito de participar en la tercera competición continental. Según su padre y agente, el ostracismo se debe a que trascendieron sus negociaciones con River Plate, aunque ese trato no está ni mucho menos cerrado. En su día, clubes importantes de Europa preguntaron por el charrúa, que tiene pasaporte argentino también por su madre, pero que es extracomunitario en el Viejo Continente, pese a su segura ascendencia vasca. Los del distrito de Oporto se encomendaron a su cláusula de rescisión, de dos millones de euros, aunque llegó gratis del Wanderers en 2022, firmando únicamente por dos ejercicios. Ahora, con los 'Millonarios' evaluando una lista de opciones para su portería (Marchiori, Mansilla, Rey, el cadista Conan Ledesma, el gironí Gazzaniga, Sanguinetti, Nahuel Losada...), habría tenido contactos con Real Betis y Sevilla FC.
Así lo asegura el prestigioso periodista argentino Maximiliano Grillo, que descarta siquiera oferta formal de River. El nombre de De Arruabarrena, según ha podido confirmar ESTADIO Deportivo, está sobre la mesa tanto de Víctor Orta como de Manu Fajardo, aunque no hay tampoco nada avanzado con ninguno de los clubes hispalenses, una vía, la de LaLiga, que ilusiona sobremanera para quien, tras probar las mieles de Uruguay sub 23, sueña con entrar en los planes de Marcelo Bielsa para la absoluta, como se rumoreó recientemente. El caso es que en Nervión se trabaja para renovar a Örjan Nyland, titular indiscutible con Quique Sánchez Flores y tercer guardameta ya con mejor media de Primera, quien termina también contrato el 30 de junio de 2024. Hay un principio de acuerdo por dos cursos más a falta de firma. Por su parte, se buscará acomodo a Marko Dmitrovic, vinculado hasta 2025, y se favorecerá la continuidad como tercer portero o cedido de Alberto Flores.
El panorama es casi idéntico en La Palmera, pero aquí Claudio Bravo acaba y no seguirá, salvo que se decida a integrarse en el cuerpo técnico de Manuel Pellegrini. Fran Vieites sí ha sellado su renovación hasta 2026, bien para ser el tercero en discordia o para foguearse en algún club de Segunda, mientras que a Rui Silva le quedan dos años más, aunque se escucharán ofertas de dos dígitos por él, con Lazio y Fiorentina ya presentando credenciales. La idea es contratar a un meta experimentado, pero revalorizable. Tanto en el caso blanquirrojo como en el verdiblanco, el hecho de que el suramericano pueda llegar a coste cero lo convierte en mucho más atractivo si cabe, condiciones aparte.
