Fernando Mateos3 min lecturaA falta de oficialidad, todo está acordado para que Marc Roca pase a ser jugador del Betis a título definitivo. El catalán volverá a ser un pilar en el centro del campo de Pellegrini, donde, pese a todo, se esperan cambios. Con Johnny Cardoso como baluarte, aunque ya comienzan a llegar jugosas ofertas por el estadounidense, el club verdiblanco confía en la evolución de Sergi Altimira, pero espera colocar a William Carvalho y dirá adiós este próximo a 30 de junio a Guido Rodríguez, por lo que deberán llegar caras nuevas para la medular.
En este contexto, la dirección deportiva que comanda Manu Fajardo se mueve en busca de oportunidades como la de Wilfred Ndidi, que acaba contrato con el Leicester City y podría llegar a coste cero. Pero, al mismo tiempo, a las oficinas del Benito Villamarín llegan ofrecimientos que son valorados en mayor o menor medida por los responsables de la planificación.
Así, según informa PTV Sevilla, los agentes de Saúl Ñíguez han puesto sobre la mesa el nombre del jugador del Atlético de Madrid, al que Simeone ya le ha comunicado que no cuenta con él de cara a la próxima campaña. No es la primera vez que el mediocentro vive una situación similar, pero en este caso el conjunto colchonero parece firme en su idea de dar salida a un futbolista que acumula más de 400 partidos con su camiseta y que tiene contrato en vigor hasta 2026.
El centrocampista ilicitano, de 29 años, ya salió cedido al Chelsea en la 21/22 y cada verano suele estar en la lista de transferibles. Pero esta pasada temporada, sin ir más lejos, ha acabado disputando 49 encuentros oficiales, superando los 2.000 minutos de juego para firmar dos goles y cinco asistencias. Unos números que no han sido obstáculo para que la entidad rojiblanca le informe de que debe buscarse un nuevo equipo, pues necesita aligerar su plantilla antes de llevar a cabo la renovación deseada.
Esto ha provocado que los representantes de Saúl descuelguen el teléfono para ofrecer sus servicios, entre otros, al Betis. Pero el gran problema es su elevado salario, uno de los más altos del Atlético. Obviamente, su llegada sólo sería posible si los rojiblancos pagan buena parte de los 15 millones de euros brutos que percibe por temporada, un sueldo al alcance de muy pocos clubes. De momento, desde Heliópolis no han movido ficha para calibrar las posibilidades reales de esta opción.