Mucho deben cambiar las cosas en los diez días que quedan para que el futuro de William Carvalho pase por marcharse al AC Monza, que ha debutado con mal pie en la Serie A. El recién ascendido equipo de Silvio Berlusconi y Adriano Galliani es colista, después de caer en las dos primeras jornadas de la temporada 22/23 ante Torino (1-2) y Nápoles (4-0), aunque sí logró avanzar contra el Frosinone en la Coppa de Italia. Claman por refuerzos en tierras lombardas, lo que propició que los dirigentes 'biancorossi' se lanzaran de nuevo a por la contratación del mediocentro preferido por sus técnicos. Incluso, desde Italia apuntaban a un principio de acuerdo con Media Base Sports, la empresa que representa al luso-angoleño, para alcanzar sus exigencias monetarias.
El '14' verdiblanco, que firmado un extraordinario arranque de curso a las órdenes de Manuel Pellegrini, ha ido siempre de cara: le queda un año de contrato aquí, lo que, como le ocurría a otro fijo que se marchó, Bartra, ya en el Trabzonspor, le faculta para negociar libremente un contrato como agente libre desde el próximo día de Año Nuevo para arribar a coste cero (vamos, con una buena prima de fichaje, pero sin desembolso por traspaso) donde desee el próximo verano. El internacional portugués, con el Mundial de Qatar a la vuelta de la esquina y su segundo hijo a punto de nacer, no quiere experimentos ni riesgos. Está muy a gusto en la capital hispalense, donde es fijo para su entrenador, por lo que sólo un ofertón le haría cambiar de parecer o, al menos, dudar.
A todos los que se acercaron a preguntar se les dijo lo mismo: tres años de vinculación a razón de otros tantos millones de euros netos. Los mismos que desea (500.000 euros más que ahora) para renovar, una cifra inalcanzable en La Palmera, donde se cerró la continuidad de varios de sus compañeros pero a la baja. Encima, le atrae seguir jugando en Europa, como le garantiza mantener el escudo de las trece barras en el pecho. Galatasaray, Fenerbahce, Nottingham Forest, Fulham, Olympique Lyonnais (como parte del pago por Aouar) el propio Monza acabaron 'espantados' por las altísimas pretensiones de Carvalho o, en su defecto, por la valoración de su centrocampista por parte del Real Betis: ocho millones de euros al contado o diez a plazos.
Ahora, parecía que los italianos estaban dispuestos a llegar a las cifras que pide William, seguramente con bonus incluidos. Incluso, ciertas fuentes especulaban con un contrato de tres años que, en caso de descenso a la Serie B, liberaría al natural de Luanda, aunque todo parece haber quedado descartado por la insistencia verdiblanca, pese a sus evidentes problemas económicos (un desfase aún de 18 kilos en el margen salarial que ha impedido dar de alta a los fichajes, salvo Luiz Felipe, y los veteranos renovados), en no malvender a sus efectivos, especialmente los que son claves en los esquemas de Pellegrini. Según avanza 'Besoccer.com', el Monza se habría retirado ya de la puja al encontrarse muy lejos de lo que pide el Betis, que, ante la inminencia del 'deadline' estival, rechazará todo lo que no se acerque a los diez millones de euros.