El Betis necesita rebajar la masa salarial de su plantilla, buscando por ello acomodo a algunos de los futbolistas que perciben un mayor salario. Es el caso de Nabil Fekir, cuya continuidad en Heliópolis sólo sería posible renegociando dicho sueldo, Willian José, Borja Iglesias o William Carvalho. El portugués, de hecho, ya ha estado en la rampa de salida en los últimos mercados, pero su marcha no ha llegado a concretarse.
En esta ocasión, sin embargo, todos en Heliópolis coinciden en que ha llegado el momento del adiós definitivo del portugués. A sus 32 años, y después de seis temporadas con la elástica verdiblanca, se entiende que su etapa ha tocado a su fin y se trabaja para tratar de colocarlo en algún mercado exótico, donde pueda cumplir su deseo de firmar un último gran contrato.
Según informa ABC, desde la planta noble del Villamarín ya han contactado con los agentes del futbolista para hacerle ver que la decisión ya está tomada y no hay vuelta atrás. Esta vez, ni siquiera la opinión de Pellegrini, que siempre ha defendido su valía, alterará el plan marcado. Tras una mala temporada en la que no ha alcanzado los 700 minutos de juego en LaLiga, condicionado en parte por las lesiones, la idea es prescindir de sus servicios y apostar en su lugar por un centrocampista joven y revalorizable.
Ahora está por ver qué tipo de ofertas recibe un Betis que presumiblemente será más flexible que en los anteriores mercados. El mediocentro luso recibió propuestas tanto el pasado verano como en enero, pero no hubo acuerdo para su salida. Entonces, desde el club verdiblanco exigieron entre dos y tres millones de euros por su traspaso, además de que el jugador perdonase algunas cantidades pendientes. Ahora, esas pretensiones podrían verse rebajadas, conscientes de que su caché se ha visto afectado tras una 23/24 en la que ha pasado a tener un rol secundario.
Cabe recordar, en cualquier caso, que William Carvalho tiene dos años más de contrato, pues que hace dos veranos renovó contra pronóstico hasta 2026, tras haber rechazado varias propuestas para seguir al entrar en su último año de contrato. Finalmente, el luso aceptó diferir algunas cantidades de su sueldo, de 2,5 millones de euros netos, y diluir la amortización de su fichaje pendiente, rebajando a cambio su cláusula de rescisión a dos millones, aunque otras fuentes hablan de cuatro.
Principalmente, se espera que los agentes del portugués puedan moverlo en Arabia Saudí o Turquía, desde donde ya lo tentaron en las últimas ventanas de transferencias. Fue el caso del Besiktas, donde fue una petición expresa de su compatriota Fernando Santos, ya destituido, y también del Al-Nassr, debido a la presencia de los también lusos Luis Castro y Cristiano Ronaldo, que siguen como técnico y estrella del conjunto saudí.