Llega el momento en el que Ramón Planes tiene que dar un paso adelante. Tras el final liguero, con las renovaciones de Claudio Bravo y Guardado cerradas, antes que los fichajes tendrá que afrontar dos cuestiones que no resultarán tan fáciles y que son claves en el futuro del Real Betis de Manuel Pellegrini. No en vano, uno es su jugador franquicia y el que más utiliza, y el otro, el que pidió expresamente y le dio el mando del ataque en los cuatro últimos meses.
El segundo es Ayoze Pérez, que aparcó todas las conversaciones sobre su futuro para el final de temporada y ahora tendrá que decidirse. Y que el Betis tendrá que apostar muy fuerte para poder retener, ya que hay equipos con economías más poderosas que también lo pretenden.
Al menos, el club verdiblanco parte con la ventaja de que el jugador está muy a gusto en el Betis y en Sevilla, cayó "de pie" como él mismo reflejó recientemente. Y que cuenta con toda la confianza de Pellegrini, que lo llamó expresamente en enero, lo que es un añadido que no se puede desdeñar.
En cuanto al primero es Guido Rodríguez. El centrocampista argentino casi daba por cerrada su renovación a finales de enero, pero se marchó Antonio Cordón y todo se ha dilatado en el tiempo. Ahora, con sólo un año de contrato por delante, la situación podría interpretarse como más compleja, pues Guido y sus agentes tienen la sartén por el mango. Sin embargo, el jugador ha demostrado siempre que ha podido el cariño por el club y, según indicó ayer en el programa Gol a Gol de Canal Sur, se sigue hablando para cerrar su continuidad.
"Tengo un año más de contrato y nos tenemos que sentar a hablar. (...) Ya se verá qué pasa", indicaba Guido, quien espera que haya acuerdo para seguir vinculado al Betis unos años más. "Hay una comunicación fluida entre las dos partes. Yo quiero lo mejor para el Betis y ellos quieren lo mejor para mí. Las conversaciones están y hay que ponerse de acuerdo", añadía el campeón del mundo.
El jugador argentino, que temió ser vendido el pasado verano y cuyo nombre está siempre entre los posibles objetivos del fútbol inglés, nunca ha ocultado que su deseo es seguir en Sevilla, donde se encuentra asentado y muy a gusto.