El derbi terminó con el pitido final de Martínez Munuera, pero ha continuado más allá del césped por un carrusel de polémicas que darán que hablar y amenazan con aumentar la crispación entre los clubes y prolongar sus secuelas más de lo debido.
El penalti pitado por manos de Diego Llorente y no revisado por el VAR generó la primera gran polémica, avivada por las explosivas declaraciones de Diego Llorente y Autor Ruibal, las cuales pueden traerle consecuencias al central, pero existe otro asunto que va camino de enconar las relaciones entre Sevilla y Betis, pues los verdiblancos, tal y como informa Radio Marca, tienen la intención de denunciar a los nervionenses ante el Comité de Antiviolencia por lo sucedido en la celebración de la victoria sobre el verde del Ramón Sánchez-Pizjuán.
Una vez concluido el choque, se desató la fiesta en el terreno de juego con los festejos de los futbolistas blanquirrojos alentados por una afición eufórica. Entonces, diversos futbolistas, casos de los canteranos Isaac Romero, Juanlu, Kike Salas y Carmona, enarbolaron una bandera en la que aparecía el escudo del Betis en blanco y negro tachado por un trazo rojo, lo que no tardó en viralizarse en las redes sociales con respaldo de los sevillistas y reproches de los béticos.
En el club heliopolitano se considera que este tipo de actos por parte de los futbolistas del eterno rival supone una falta de respeto a la entidad verdiblanca, que traspasan la línea de la rivalidad y que, además, incitan a la violencia.
Por ello, dicha emisora afirma que el Betis expondrá estos hechos a Antiviolencia para que tome medidas por la introducción de esta bandera en la celebración por partes de los futbolistas nervionenses. En este sentido, presentará una denuncia que hará que el derbi se siga jugando de alguna forma en los despachos. Se ha llegado a apuntar que Del Nido Carrasco habría hablado con Ángel Haro para disculparse al respecto, si bien no existe ninguna confirmación al respecto.
Triste epílogo para un derbi sin incidentesde relevancia entre aficiones ni entre jugadores sobre el campo, pero en el que sí se respiró tensión en el palco por un altercado que involucró, entre otros, a Ángel Haro y Joaquín Caparrós, con amenazas y momentos muy desagradables. Es obvio que al primer derbi de esta temporada todavía le quedan más capítulos lejos del césped por asuntos ajenos a lo puramente deportivo.